El voto de Pakistán en el Consejo de Seguridad anoche dejó perplejos a los marroquíes. El gobierno de Islamabad decidió abstenerse en la votación de la resolución 2797, una medida que sorprendió, considerando las tradicionalmente amistosas relaciones entre Marruecos y Pakistán. En mayo pasado, el embajador pakistaní en Rabat había anunciado incluso una «revisión» de la posición de su país respecto al tema del Sáhara. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, había sostenido dos encuentros con su homólogo pakistaní: una primera reunión en septiembre, en el marco de la 80ª sesión de la Asamblea General de la ONU, seguida de una conversación telefónica el 22 de octubre, centrada especialmente en la cuestión del Sáhara y las relaciones bilaterales. Ayer, el representante de Pakistán en el Consejo de Seguridad explicó la abstención de su país calificando la resolución de «desequilibrada», argumentando que no reflejaba de manera justa las posiciones de todas las partes involucradas. No obstante, el ministro argelino de Asuntos Exteriores, Ahmed Attaf, contactó a su homólogo pakistaní por teléfono el 29 de octubre, apenas dos días antes de la votación en el Consejo de Seguridad. Una llamada de última hora que parece haber influido en la decisión final de Islamabad.