El acusado del ataque islamófobo en la mezquita de la Grand-Combe, en Francia, asegura no recordar haber grabado su acción y niega estar «en contra del islam», según su abogado. En declaraciones a BFMTV este lunes, el abogado Giovanni Salvietti explicó que tras los hechos ocurridos el pasado viernes, Olivier A. «huyó y se dirigió a Italia en tren», sin equipaje, para refugiarse con una tía en Pistoia, cerca de Florencia. «Al llegar el sábado por la noche, le confesó todo a ella, quien insistió en que se entregara a las autoridades con un abogado de su confianza», detalló el medio. El abogado italiano sostiene que su cliente no actuó «por odio al islam». El joven de 21 años se entregó el domingo por la noche en una comisaría, afirmando que «mató a la primera persona que encontró» en su camino. Giovanni Salvietti incluso argumenta que el ataque no fue premeditado, señalando que Olivier A. actuó «por un impulso en el momento». Este lunes, la fiscal de la república de Nîmes anunció la apertura de una investigación judicial «por asesinato con premeditación y por motivos de raza o religión». En la mezquita, el cuerpo de la víctima, Aboubakar Cissé, fue hallado con decenas de puñaladas. El acusado había grabado al joven maliense agonizando mientras profería comentarios antirreligiosos. La familia del agresor, sugiriendo problemas personales, se pregunta si podría tratarse de una «depresión». «Según ellos, pasaba su tiempo encerrado en su habitación y no quería hablar con nadie desde hace varios meses», informa BFMTV, describiendo a un sospechoso «muy silencioso, taciturno, introvertido» ante los investigadores. En cuanto al proceso judicial, se espera que «concluya para el miércoles» con la extradición a Francia, que emitió una orden de arresto europea tras perder el rastro del sospechoso en el Hérault durante las búsquedas. Mientras tanto, el acusado permanece «en una celda de la prefectura de policía de Pistoia y podría ser trasladado a una prisión que ofrezca mayores garantías de seguridad, en Florencia o Prato», para evitar posibles represalias de otros detenidos. El día anterior, una marcha en homenaje a la víctima reunió a más de mil personas en la Grand-Combe, entre la mezquita y el ayuntamiento de la comuna. Otro acto también tuvo lugar en París, con la participación de figuras políticas, entre ellas Jean-Luc Mélenchon.