Aprobado durante el consejo de ministros del 20 de abril, el proyecto de ley sobre la movilización general en Argelia marca un punto de inflexión en materia de seguridad. Previsto para el llamado a los reservistas, la supervisión centralizada por el Ministerio de Defensa, así como obligaciones estrictas para los ciudadanos, entre ellas la denuncia de individuos de Estados llamados «hostiles». Este texto surge en un contexto regional tenso y mientras el ejército denuncia campañas hostiles en las redes sociales. El proyecto de ley sobre la movilización general en Argelia, aprobado el 20 de abril en el consejo de ministros, desvela sus líneas maestras. Este documento busca «fortalecer la capacidad defensiva de la nación y potenciar las capacidades de las fuerzas armadas, proporcionándoles todos los recursos humanos disponibles y los medios materiales necesarios. El objetivo es permitir que el ejército cumpla con sus misiones de defensa de la unidad e integridad territorial del país, y proteja sus espacios terrestre, aéreo y marítimo en las mejores condiciones», según informa Echouroukonline. «La prioridad se otorga a las necesidades de las fuerzas armadas, implicando una transición del estado de paz al estado de guerra», especialmente mediante «la convocatoria de soldados de reserva». El proyecto de ley otorga al ministro de Defensa la responsabilidad de «supervisar todas las actividades relacionadas con la preparación y ejecución de la movilización general, a través de un mecanismo establecido a nivel de los ministerios, agencias e instituciones nacionales competentes». El ministerio, bajo la tutela del presidente de la República, está encargado de «estudiar, analizar y gestionar los datos e informaciones relativas a la movilización general». Por su parte, el ministerio de Asuntos Exteriores debe «concienciar a la comunidad nacional en el extranjero sobre la defensa de la patria e informar a la opinión pública, así como a las organizaciones internacionales y regionales, sobre la legitimidad del recurso a la movilización general en caso de ataque o agresión inminente». Los argelinos llamados a denunciar a los ciudadanos de «Estado hostil» El texto insta a los argelinos a participar activamente en la movilización general. «Todo ciudadano debe cumplir con los procedimientos y medidas relativas a la movilización general. Los ciudadanos también deben abstenerse de publicar o difundir cualquier información, especialmente a través de las tecnologías modernas, que pueda perjudicar la movilización general o tener un impacto negativo en su implementación», según la misma fuente. Los argelinos «también están obligados a informar inmediatamente a las autoridades públicas competentes sobre cualquier ciudadano de un Estado hostil presente en el territorio nacional, o cualquier acción que pueda obstaculizar el proceso de movilización general». El proyecto amenaza con sanciones a los argelinos que «se abstengan intencionadamente de proporcionar la información solicitada por las autoridades competentes, o proporcionen información incompleta o falsa, con una pena de prisión de dos meses a tres años y una multa de veinte mil dinares a trescientos mil dinares» (130 a 2 000 euros). El artículo 53 del proyecto de ley estipula que «cualquiera que haga declaraciones o proporcione información sobre la preparación y ejecución de la movilización general sin autorización de las autoridades competentes es pasible de una pena de prisión de dos meses a un año o de una multa de veinte mil dinares a cien mil dinares». El artículo 59 eleva la pena hasta tres años de prisión firme para «cualquier persona reclutada en el marco de la movilización general que abandone o se niegue a continuar su trabajo sin justificación legal». La semana pasada, el líder del Movimiento para la Autodeterminación de la Cabilia (MAK), Ferhat Mehenni, declaró que la Cabilia no está concernida por la movilización general en Argelia. Ayer, el jefe de los ejércitos y ministro delegado encargado de la Defensa, el general Said Chengriha, se quejó, durante una visita a la sede de la 4ª región militar en Ouargla, de la guerra llevada a cabo contra su país por partes desconocidas en las redes sociales. Con la excepción de Túnez y Mauritania, Argelia está en crisis abierta con sus vecinos: Marruecos, Malí, Níger, así como el este de Libia bajo el mariscal Khalifa Haftar.