Se dice que el cabello constituye la mitad de la belleza de las damas y también la mitad de sus gastos. Además, refleja nuestra salud. Usted misma puede notarlo: cuando está cansada o estresada, el cabello tiende a comportarse de manera rebelde. Además, la caída es uno de los problemas más frecuentes. Por lo tanto, es necesario nutrirlo desde el exterior, pero también desde el interior con una alimentación adecuada. Detalles. Existen momentos en la vida de una mujer en los que el cabello enfrenta desafíos significativos. La menstruación, el parto, la lactancia e incluso la menopausia pueden desencadenar la caída del cabello. El otoño y la primavera también son épocas en las que podemos sentirnos desalentadas al ver mechones en el cepillo o en la ducha. Sin embargo, no hay que alarmarse de inmediato, ya que es normal perder entre 50 y 100 cabellos al día. No es raro encontrarlos en la almohada, el coche o la ducha. A menudo se dice que un estilo de vida saludable es esencial, y esto también se aplica al cuidado del cabello. Para lucir una melena radiante, es fundamental priorizar ciertos alimentos. La vitamina B7, conocida como biotina, es clave y se encuentra en espinacas, frutos secos y plátanos. Otra vitamina importante es la B5, que no solo combate la caída del cabello, sino que también retrasa la aparición de canas y disminuye la caspa. El zinc es un aliado imprescindible para nuestro cabello, presente en huevos, ostras e hígado. El ácido fólico también ayuda a prevenir la caída del cabello, por lo que es recomendable consumir brócoli, lechuga y guisantes. No podemos olvidar el hierro, que da un brillo espectacular al cabello. ¿Por qué no disfrutar de un buen plato de verduras verdes? Además, el selenio combate la caspa y las puntas abiertas, y lo encontrarás en el arroz integral y los mariscos. Si tu dieta es desequilibrada o no puedes consumir todos estos alimentos, bastará con añadir un vaso de leche y un huevo duro al día. Recuerda que el agua es vital para nuestro organismo y también para el cabello, así que bebe al menos un litro y medio de agua al día. ¡Esto, lo evitamos! Además de una dieta mal equilibrada, el tabaco es el principal enemigo de nuestro cabello. No solo deja un mal olor, sino que también provoca deficiencias, especialmente de vitamina C. ¡Otra razón más para dejar el cigarrillo! El estrés también afecta la salud capilar, ya que dificulta la distribución de oxígeno a las células. Aunque nadie elige estar estresado, practicar deporte regularmente, especialmente al aire libre, puede ser beneficioso, y notarás la diferencia en tu melena. Las pastelerías industriales y las grasas dañan la salud del cabello, haciendo que se engrase más rápido y caiga con mayor facilidad. Un exceso de té o café impide la absorción del hierro, perjudicando al cabello. No es necesario eliminar estos pequeños placeres, pero sí alejarlos lo más posible de las comidas. Las dietas estrictas no solo agotan tu cuerpo y mente, sino que también afectan tu cabello. Consulta a un nutricionista para evitar deficiencias o pide consejo a tu médico, quien podrá prescribirte suplementos alimenticios. Aunque no sean medicamentos, no debes exceder la dosis ni prolongar el tratamiento sin la orientación de un especialista. Entonces, ¿qué tal una buena ensalada de verduras crudas para el almuerzo?