La Audiencia Nacional de España ha otorgado al policía marroquí que solicitó asilo el derecho a permanecer temporalmente en el país mientras se evalúa su caso. Inicialmente, las autoridades habían rechazado su petición, calificando sus declaraciones de «incoherentes y contradictorias». No obstante, el tribunal decidió aplicar una medida de precaución urgente que le permite quedarse en España, conservando los derechos de un solicitante de asilo según las directrices europeas. El oficial, que prestaba servicio en Tánger, presentó su solicitud de protección internacional el 19 de mayo en el puesto fronterizo de Tarajal, en Ceuta. Alegó ser víctima de discriminación por sus orígenes rifeños y haber sido forzado a participar en actividades ilegales dentro de la policía marroquí. En declaraciones a los medios españoles, afirmó: «Regresar a Marruecos significa enfrentarse a la tortura, a la persecución, e incluso a la eliminación física.» A pesar del rechazo inicial del Ministerio del Interior español, que consideró su relato poco creíble y contradictorio con información fiable sobre Marruecos, el tribunal nacional determinó que los motivos de su solicitud no eran «ajenos a la protección internacional», subrayando que sus declaraciones no eran manifiestamente falsas o irrazonables. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) respaldó la posición del oficial, considerando que su relato se ajusta a los motivos de asilo político definidos en la Convención de Ginebra y la legislación española. ACNUR también destacó el esfuerzo realizado por el solicitante para presentar un relato coherente y detallado de los riesgos que enfrenta, así como la cobertura mediática que ha recibido su caso, lo que incrementa la probabilidad de peligro si tuviera que regresar a Marruecos.
