Este martes 22 de julio, Malí ha dejado atrás los acuerdos de Argel de mayo de 2015, marcando un nuevo rumbo con la adopción de la Carta Nacional de Paz y Reconciliación. Este documento ha sido fruto de intensas consultas entre los militares en el poder desde agosto de 2020, partidos políticos y movimientos de la sociedad civil. La nueva ley fundamental también pone fin a todos los acuerdos previos negociados bajo la mediación argelina. «Esto incluye, en particular, el Acuerdo de Tamanrasset de 1991, el Pacto Nacional de 1992 y el Acuerdo de Argel para la restauración de la paz, la seguridad y el desarrollo en la región de Kidal de julio de 2006», aclaró el domingo el primer ministro Abdoulaye Maiga. El anuncio de esta ruptura oficial con Argelia llega pocos días después de las conversaciones en Bamako entre el presidente Assimi Goïta y Rudolph Atallah, exfuncionario de la administración Trump encargado de la lucha antiterrorista, quien lideró una delegación de responsables de seguridad en la capital maliense. Es importante recordar que el gobierno de transición de Malí había anunciado el 25 de enero de 2024 su retiro unilateral de los acuerdos de Argel, apenas cuatro semanas después de la adhesión de Malí a una iniciativa lanzada el 6 de noviembre de 2023 por el rey Mohammed VI, destinada a facilitar el acceso de los países del Sahel al océano Atlántico. Además, el soberano recibió el 28 de abril de 2025 a los ministros de Asuntos Exteriores de la Alianza del Sahel, conformada en septiembre de 2023 por Malí, Níger y Burkina Faso.