¿Es inminente la resolución definitiva de la cuestión del Sahara? Estados Unidos se está moviendo para imponer la solución de la autonomía, propuesta por Marruecos en 2007, durante la fecha límite de octubre en el Consejo de Seguridad. Para lograr este objetivo, Washington moviliza a sus diplomáticos y a sus expertos en operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU. En cambio, Argelia actúa con cautela para no molestar al Tío Sam. En octubre próximo, el Consejo de Seguridad de la ONU se prepara para votar una nueva resolución sobre el Sahara Occidental. Este documento podría representar un cambio significativo respecto a resoluciones anteriores, al destacar la primacía del plan de autonomía marroquí propuesto en 2007 como la única solución al conflicto. A dos meses de esta crucial fecha, las «negociaciones a puerta cerrada» continúan, según reveló Africa Intelligence. La administración Trump, un actor clave en este tema, lidera las negociaciones con el objetivo de persuadir a los miembros del Consejo de Seguridad de seguir la línea marcada por el presidente de Estados Unidos. La meta es reactivar el diálogo, paralizado desde marzo de 2019, centrando la atención exclusivamente en la iniciativa marroquí. El presidente estadounidense delineó claramente este enfoque en su mensaje del 2 de agosto dirigido al rey Mohammed VI con motivo de la fiesta del Trono. «La Propuesta de Autonomía marroquí, considerada seria, creíble y realista, es la única base para una solución justa y duradera de esta disputa», afirmó el 47º presidente de Estados Unidos. Ni Argelia ni el Polisario han comentado hasta ahora esta carta. Discreción en Argel Para cumplir su misión, la administración Trump ha iniciado un diálogo con Argelia. El medio francófono recuerda la visita a Argel, a finales de julio, de Massad Boulos, consejero especial del presidente Trump para África, quien se reunió con el presidente Abdelmadjid Tebboune. Al concluir esta visita, el consejero afirmó en una entrevista con un medio argelino que «Estados Unidos reconoce la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental y apoya la propuesta de autonomía seria, creíble y realista de Marruecos como la única base para una solución justa y duradera al conflicto». Desde entonces, «la diplomacia argelina se muestra por el momento poco expresiva sobre el muy sensible plan de autonomía de Rabat para el Sahara Occidental», señaló Africa Intelligence. La última vez que el presidente argelino se pronunció sobre este tema fue el 18 de julio, dos semanas antes del mensaje de Trump a Mohammed VI. La postura estadounidense en este asunto es compartida por otros dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad: Francia y el Reino Unido. China y Rusia, por su parte, aún no han emitido su opinión. En cuanto a los demás miembros no permanentes del Consejo, con excepción de Argelia, la mayoría respalda la solución marroquí propuesta en 2007, como Dinamarca, Grecia, Pakistán, Eslovenia y la República de Corea. Panamá, Somalia, la República Cooperativa de Guyana y Sierra Leona reconocen públicamente la marroquinidad del Sahara. El compromiso de Estados Unidos para una solución definitiva a este asunto no se limita a las gestiones diplomáticas tras bastidores. Un equipo del Departamento de Estado se ha trasladado esta semana a Laayoune para reunirse con el jefe de la MINURSO, el ruso Alexander Ivanko. Esta visita coincide con la presión de Washington sobre la ONU para reducir el personal de la misión, con el objetivo de cerrar definitivamente la posibilidad de un referéndum de autodeterminación en la región y consolidar la preeminencia de la solución marroquí.