La exposición itinerante «Belgica Biladi: una historia belgo-marroquí» se presentará del 22 al 30 de septiembre de 2025 en la plaza Mohammed VI de Al Hoceima, marcando su última parada en Marruecos. Tras visitar Nador y Saïdia, este evento, impulsado por el Consejo de la Comunidad Marroquí en el Extranjero (CCME), dará inicio con una inauguración el día 22 a las 18:00 horas. Concebida para conmemorar el 60º aniversario del acuerdo laboral firmado entre Marruecos y Bélgica, la exposición ofrece un recorrido por un siglo de historias migratorias, desde la llegada de los primeros trabajadores marroquíes después de la Primera Guerra Mundial hasta la actualidad, según señala un comunicado recibido por Yabiladi. La muestra celebra las contribuciones de generaciones en diversos campos: literatura, teatro, cine, medios de comunicación, política y compromiso ciudadano. Los organizadores destacan que esta exposición, iniciada por la Universidad Libre de Bruselas (ULB) en colaboración con la Ciudad de Bruselas, ha sido posible en Al Hoceima gracias al apoyo de la provincia y el municipio, la delegación provincial de cultura, la Asociación Miramar para la cultura y el desarrollo sostenible, la Asociación de Marroquíes de las Islas Baleares Al Maghrib, la Asociación Rif para la prensa y medios, y el Círculo de Graduados de Bélgica (CLB). Marruecos – Bélgica: Belgica Biladi, 60 años de inmigración en una exposición y un libro En el marco de esta conmemoración, la primera edición de las Jornadas Culturales se llevará a cabo los días 22 y 23 de septiembre, bajo la iniciativa de la Asociación Miramar. Este año, el tema será «Cuando la cultura se convierte en memoria de las diásporas», y contará con la participación de autores, investigadores, periodistas y actores asociativos de Marruecos y Bélgica. En este contexto, se celebrarán tres conferencias-debates: «Rif y migraciones», «Literatura femenina: habitar el mundo» y «Escribir el Rif». Además, se ha programado una visita guiada al mausoleo de Sidi Chaïb Ouneftah, en Temsamane, descrito como un «lugar simbólico de la memoria colectiva rifeña, profundamente arraigado en las tradiciones orales, musicales y rituales del Rif oriental».