El rey Felipe VI lideró la delegación española en la 80ª sesión de la Asamblea General de la ONU. Durante su intervención, que duró alrededor de 20 minutos, el monarca mencionó de manera breve la cuestión del Sahara Occidental, dedicándole apenas un par de líneas. Felipe VI aseguró que España «continuará apoyando los esfuerzos del enviado personal del secretario general de las Naciones Unidas para alcanzar una solución aceptable, conforme a las normas y en el marco de las Naciones Unidas». A diferencia de su discurso de septiembre de 2016, el rey no hizo referencia a «la autodeterminación del pueblo saharaui» ni abogó por «la organización de un referéndum» en la región. Esta declaración se alinea con la política adoptada por el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, desde marzo de 2022, cuando manifestó oficialmente, en una carta dirigida al rey Mohammed VI, su respaldo al plan marroquí de autonomía para el Sahara Occidental. Pocas horas antes de la intervención de Felipe VI, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se reunió en Nueva York con su homólogo marroquí, Nasser Bourita.