En Marruecos, nuevos partidos políticos han expresado su postura respecto a las manifestaciones iniciadas por Génération Z. El Movimiento Popular, desde la oposición, tras una reunión de su comité político dedicada a esta cuestión, ha instado a la «adopción de un nuevo modelo de gobernanza para reformar los sistemas educativo y sanitario». El MP aboga por «auténticas alternativas en materia de empleo sostenible, a través de programas regionales», destacando la necesidad de un «nuevo modelo de gobernanza que implemente planes de desarrollo regional efectivos, especialmente dirigidos a las áreas rurales y montañosas». Además, el Movimiento Popular ha «condenado la alteración irresponsable» por parte de ciertos grupos del «carácter pacífico y civilizado de estas manifestaciones». Por su parte, el Partido de los Verdes Marroquíes, en un comunicado, sostiene que «la situación precaria en sectores sociales como la salud, la educación y el empleo, que da lugar a manifestaciones pacíficas legítimas de la juventud, es consecuencia de las políticas públicas sucesivas implementadas desde octubre de 2011, las cuales han despojado a la nueva Constitución de su contenido jurídico, social y democrático». El PVM «condena todas las formas de violencia, sin importar su origen, así como los actos de disturbios y vandalismo, y demanda la aplicación de la ley a cualquier persona involucrada en actos criminales». El partido considera que «los mensajes y la voz de los jóvenes han sido escuchados y que es momento de construir puentes y entablar un diálogo con las autoridades» para implementar «medidas a corto, medio y largo plazo que mejoren las condiciones sociales de los jóvenes y de la sociedad».