La Asociación Marroquí de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (Apefel) ha denunciado lo que califica como una «campaña de desinformación» lanzada por ciertos medios europeos en contra de los tomates marroquíes. Según la organización, las acusaciones que ponen en duda la conformidad sanitaria de estos productos «carecen de cualquier fundamento científico». Desde 2023, Marruecos se ha consolidado como el principal proveedor no europeo de tomates para la Unión Europea, gracias a la calidad de su producción y la rigurosidad de sus controles. Sin embargo, Apefel señala que este avance ha estado acompañado de «repetidos intentos de desprestigio» con un trasfondo económico. Los datos oficiales parecen respaldar esta postura: de 5,502 notificaciones relacionadas con productos vegetales importados en la UE entre 2020 y 2025, solo 49 se referían a Marruecos, lo que representa menos del 1 %. «Estas cifras confirman la fiabilidad del sistema de control marroquí, gestionado por la ONSSA, reconocida por su alto nivel de exigencia y transparencia», destaca la asociación. La reciente publicación de UFC-Que Choisir en Francia, que menciona la presencia de «varios residuos» en tomates marroquíes, ha reavivado la polémica. Apefel recuerda que la detección de trazas de residuos no implica que se superen los límites autorizados. «Estas bajas dosis, comparables a las observadas en productos europeos, no representan ningún riesgo para la salud del consumidor», aclara. Para los productores marroquíes, la cuestión sanitaria está siendo «instrumentalizada con fines proteccionistas» para limitar el acceso de los productos del Reino al mercado europeo. La asociación hace un llamado a un debate «basado en la transparencia y la cooperación» y reafirma su compromiso de mantener una producción que respete las normas internacionales y los principios de la competencia leal.