El quincuagésimo aniversario de la Marcha Verde se celebró con gran esplendor el jueves por la noche en la sede del Senado francés en París. Este evento fue organizado por el grupo de amistad Francia-Marruecos dentro de la Asamblea y la embajada del reino en Francia, y tuvo como objetivo destacar el impacto histórico de esta epopeya. La conferencia congregó en el Palacio de Luxemburgo a senadores, diplomáticos, juristas, expertos y personalidades de diversos ámbitos de Marruecos y Francia. Entre los asistentes se encontraban numerosos miembros de la comunidad marroquí y veteranos que participaron en la Marcha Verde, quienes compartieron orgullosos sus perspectivas sobre las enseñanzas de esta conmemoración, a la luz de los éxitos diplomáticos del reino en torno a la cuestión del Sahara. Un documental proyectado al inicio del encuentro permitió a los presentes revivir con nostalgia los momentos clave de esta gloriosa saga, desde aquel memorable 6 de noviembre de 1975 hasta la reciente adopción de la histórica resolución 2797 del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el Sahara, el 31 de octubre de 2025, pasando por el desarrollo dinámico experimentado en las provincias del sur. «Hoy, la Marcha Verde permanece en la memoria como un símbolo único de unidad nacional. También es una fuente de inspiración para el desarrollo continuo y sostenido de las provincias del sur bajo el liderazgo del Soberano», comentó Christian Cambon, presidente del grupo de amistad Francia-Marruecos en el Senado francés, al finalizar la proyección. Entre los asistentes se encontraba la embajadora de Marruecos en Francia, Samira Sitaïl. Ante una audiencia distinguida, que también incluía una delegación del grupo de amistad Marruecos-Francia en la Cámara de Consejeros, encabezada por su presidente Mohamed Zidouh, Cambon expresó su satisfacción de que «el cincuentenario de una fecha tan importante en la historia de Marruecos pueda ser celebrado aquí, en el Senado, en un espíritu de amistad y diálogo entre nuestros dos países». Por su parte, Samira Sitaïl destacó que si «hace 50 años, la Marcha Verde fue uno de los mayores momentos de unidad, fe y disciplina pacífica de nuestra historia contemporánea», el espíritu de esta gloriosa epopeya «sigue inspirando nuestra acción, nuestra diplomacia y nuestra manera de concebir la paz». Este año, subrayó, «hay algo diferente, inédito: la conmemoración de la Marcha Verde coincide, casi día por día, con la adopción por el Consejo de Seguridad, el pasado 31 de octubre, de la resolución 2797 sobre la cuestión del Sahara marroquí», lo que consagra «una verdad incontestable: la de un Sahara marroquí, estable, próspero y orientado hacia el futuro».