Argelia continúa con su política pusilánime frente al presidente estadounidense Donald Trump. Así lo demuestra su voto, muy criticado por los palestinos, en el Consejo de Seguridad de la ONU a favor del plan del inquilino de la Casa Blanca para Gaza. Una hoja de ruta que en gran medida retoma las exigencias de Israel. El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el lunes una resolución que respalda el plan del presidente Donald Trump para resolver el conflicto en Gaza. La resolución fue adoptada con 13 votos a favor y dos abstenciones, las de Rusia y China. Argelia, miembro no permanente del Consejo, sorprendió al dejar de lado su tradicional apoyo a Palestina para alinearse con la propuesta de Trump, una decisión que fue elogiada por la embajadora estadounidense en Argel. «Estados Unidos aprecia el compromiso constante y el diálogo constructivo de Argelia en el Consejo de Seguridad, mientras continuamos nuestros esfuerzos diplomáticos para promover la paz y la seguridad en la región», declaró Elizabeth Moore Aubin en las redes sociales. Esta postura generó una intensa polémica en Argelia. Abderrazzak Makri, exlíder del Movimiento por la Sociedad de la Paz (MSP), criticó abiertamente la decisión del gobierno. Palestinos también manifestaron su indignación en las redes sociales. El plan de Trump incluye, entre otras medidas, «la creación del Consejo de Paz, una administración transitoria encargada de guiar la reconstrucción de Gaza hasta que la Autoridad Palestina complete su programa de reformas y pueda retomar el control de Gaza de manera segura y en buenas condiciones». Un apoyo indirecto de Argel a Israel La hoja de ruta, negociada previamente entre Trump y el primer ministro israelí en la Casa Blanca, también prevé el establecimiento de una «fuerza internacional de estabilización en Gaza, creada de forma temporal y desplegada bajo un mando unificado. Esta fuerza deberá colaborar especialmente con Israel, Egipto y las fuerzas policiales palestinas para asegurar las zonas fronterizas, desmilitarizar Gaza, destruir infraestructuras militares y terroristas, así como proteger a los civiles, incluso durante las operaciones humanitarias», según el texto de la resolución. El plan de Trump excluye completamente a los movimientos islamistas Hamás y la Yihad Islámica del escenario post-guerra en Gaza. Estas facciones habían instado a Argelia a no apoyar la resolución 2803, sin éxito. Frente a las críticas, la agencia oficial APS trató de justificar la posición del gobierno en un artículo. «Un Estado nacional fuerte no puede dejarse dictar su conducta por los caprichos o impulsos de nadie. La política exterior del Estado argelino se fundamenta en la Constitución, que establece este ámbito como prerrogativa exclusiva del presidente de la República», afirma la agencia. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, en una rueda de prensa, declaró que «Argelia votó a favor de esta resolución basándose en un conjunto de consideraciones objetivas relacionadas, primero, con los objetivos de fondo de esta resolución, segundo, con sus antecedentes, y tercero, con las posiciones de los principales actores regionales al respecto». Ahmed Attaf calificó el comunicado de las facciones palestinas que criticaban el voto de Argelia a favor del plan de Trump como de «origen desconocido». Cabe destacar que Argelia alberga una representación del movimiento islamista Hamás. No es la primera vez que Argelia muestra consideración hacia Donald Trump. La intervención de su embajador el 31 de octubre, tras la adopción de la resolución 2797 sobre la cuestión del Sáhara Occidental, es una ilustración de ello. El poder argelino siempre ha destacado dos pilares de su política exterior: la defensa de la causa palestina y la del Polisario.