En Yabiladi, saharauis, incluidos exmiembros del Polisario, comentaron la nueva resolución adoptada el viernes 31 de octubre por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la cuestión del Sahara Occidental. Los detalles. Mientras Marruecos se prepara para conmemorar el 50º aniversario de la Marcha Verde el próximo 6 de noviembre, el Consejo de Seguridad ha dado un paso decisivo hacia la consolidación de la solución propuesta por Rabat en 2007. «Esta resolución representa una victoria para Marruecos y su diplomacia. Destaca la necesidad de establecer la paz entre Marruecos y Argelia, en línea con los llamados del entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, transmitidos por sus asesores Steve Witkoff y Massad Boulos», analiza Bachir Edkhil, miembro fundador del Polisario que se unió a Marruecos. «La resolución busca crear las condiciones adecuadas para alcanzar un acuerdo de paz entre Marruecos y Argelia. Aunque ambos países no están en guerra declarada desde 1963, Argelia utiliza al Polisario como un instrumento para desestabilizar a Rabat e imponer su política en la región. La resolución reafirma la realidad de los hechos: la mayoría de los saharauis involucrados en este asunto viven en sus tierras, participan en elecciones y son activos en partidos marroquíes», continúa Edkhil. Para Bahi Larbi Ennass, también exmiembro del Polisario, la resolución 2797 «marca un punto de inflexión crucial en la historia del conflicto. Ahora establece que el problema es interno y debe resolverse en el marco de la soberanía del Reino sobre todos sus territorios». El presidente del Centro de Paz, Estudios Políticos y Estratégicos, con sede en Laâyoune, considera que «ha llegado el momento de dejar atrás los enfoques artificiales». «La comunidad internacional corrige hoy este error. Con esta resolución, es necesario pasar página y trabajar juntos, sin excepciones, a través de todas las instancias legítimas para representar a la sociedad. Hablo de los elegidos, los chioukhs de las tribus, la sociedad civil e incluso aquellos que aún defienden la tesis del separatismo», subraya. «La participación de todos los componentes puede asegurar la legitimidad de la iniciativa marroquí de autonomía, en beneficio del Estado marroquí y de la población local, dentro del marco de la soberanía del Reino», concluye Larbi Bahi Ennass. Mohammed VI: «A partir de ahora, habrá un antes y un después del 31 de octubre de 2025» Un llamado a Argel Por su parte, Mohamed Elghet Malainine, vicepresidente del Centro Marroquí para la Diplomacia Paralela y el Diálogo de Civilizaciones (CMDPDC), sostiene que «esta resolución consagra claramente la iniciativa marroquí de autonomía como el único marco de referencia creíble para una solución política duradera». «En otras palabras, lo que en 2007 era solo una propuesta marroquí, hoy se convierte en una norma de la ONU. Al reconocer que la autonomía bajo soberanía marroquí es la solución más realista y viable, la comunidad internacional consagra la convergencia entre soberanía nacional y participación local, en el corazón de la visión real y del modelo marroquí de regionalización avanzada», explica. «Con este voto, la diplomacia marroquí recoge el fruto de una constancia estratégica y una credibilidad construida sobre hechos, no sobre eslóganes», prosigue, antes de hacer un llamado a Argel: «Argelia debería aprovechar esta oportunidad y responder a la mano tendida de Su Majestad el Rey Mohammed VI, para salir de la trampa que ella misma se ha tendido al instrumentalizar esta disputa. El futuro de la región depende de un acercamiento sincero entre Rabat y Argel, en beneficio de ambos pueblos y de todo el Magreb». Abdelouahab Gaïn, presidente de la Asociación Africa Watch de Derechos Humanos, también se ha pronunciado ante Yabiladi sobre el futuro de la región tras la adopción de la resolución. «Esta se inscribe en el marco de un sistema de autonomía que garantiza una autogobernanza, con mecanismos institucionales capaces de responder a las necesidades de la población local en materia de seguridad, policía, gobernanza, órganos legislativos electos, sistema fiscal y otras cuestiones organizativas», explica. «Esta autogobernanza local deberá asumir la gestión efectiva de estas responsabilidades y mantener una relación equilibrada con el gobierno central, respetando plenamente las prerrogativas que competen a la soberanía nacional: la defensa, los asuntos exteriores, la moneda, la bandera y las atribuciones del Rey en materia religiosa». En un discurso anoche, el rey Mohammed VI anunció que Marruecos «procederá a la actualización y formulación detallada de la Propuesta de Autonomía con vistas a una presentación posterior ante las Naciones Unidas».