Un estudio internacional reciente revela que la cuenca de Oudiksou, en el Medio Atlas marroquí, alberga uno de los testimonios mejor conservados de la extinción de los dinosaurios en África. Este sitio excepcional, analizado por investigadores de Casablanca, Francia y Bélgica, ofrece una rara secuencia de rocas y fósiles marinos y continentales, ilustrando la transición del Cretácico tardío al Paleógeno temprano. Un reciente estudio internacional ha puesto de relieve una cuenca aislada en el Medio Atlas marroquí, que alberga uno de los testimonios mejor conservados en África sobre el periodo que rodea la extinción de los dinosaurios. Publicada en la revista Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, la investigación revela que la cuenca de Oudiksou conserva una rara secuencia de rocas que ilustra la transición del Cretácico tardío al Paleógeno temprano, incluyendo fósiles de tiburones, mamíferos e incluso dinosaurios. Investigadores de Casablanca, Francia y Bélgica han descubierto que esta cuenca del Medio Atlas central alberga una sucesión excepcional de rocas que abarcan este crucial evento de extinción. Describen a Oudiksou como «un sitio clave para estudiar el intervalo del límite K–Pg», refiriéndose a este periodo, hace 66 millones de años, cuando los dinosaurios desaparecieron. Lo que hace que la cuenca de Oudiksou sea especialmente notable es que contiene tanto fósiles marinos, por los cuales Marruecos es bien conocido, como fósiles continentales de antes y después de la extinción, un tipo de testimonio extremadamente raro en el norte de África. Según los autores, «la cuenca conserva depósitos continentales del Maastrichtiense y del Paleoceno, uno de los muy pocos registros de este tipo en África». La vida antes y después de la extinción de los dinosaurios El equipo de investigación analizó ocho secciones geológicas a través de la cuenca, revelando varios hallazgos importantes. Las capas más bajas están compuestas de sedimentos marinos ricos en fosfato, llenos de dientes de tiburón, lo que confirma que algunas partes del actual Medio Atlas fueron en su día mares poco profundos. Por encima de estas, los científicos identificaron depósitos lacustres que contienen dientes de dinosaurios y fragmentos de cáscaras de huevos, evidencia de que los dinosaurios sobrevivieron en esta región hasta su extinción. Estos fósiles provienen de lo que los autores describen como un «entorno lacustre continental», es decir, lagos de agua dulce. Las capas del Paleoceno temprano muestran gravas rojas de río y depósitos de sabkha (llanura salina), indicando una transición a ambientes continentales más secos tras el evento de extinción. Más arriba, el equipo documentó depósitos costeros del Thanetiense o del Ypresiense (aproximadamente 58–50 millones de años) que contienen los primeros mamíferos y pequeños tiburones, marcando un periodo de recuperación ecológica tras el colapso de los ecosistemas de la era de los dinosaurios. En conjunto, estos descubrimientos ayudan a llenar un vacío científico importante. La mayoría de las investigaciones sobre la extinción de los dinosaurios en el norte de África se basan en las minas de fosfato del país, especialmente en Khouribga, Oulad Abdoun y Ganntour, que preservan principalmente fósiles marinos. En cambio, la cuenca de Oudiksou ofrece un registro continuo de la tierra al mar, permitiendo a los investigadores obtener una visión sin precedentes sobre los cambios ambientales a lo largo de millones de años.