Un yacimiento de fósiles recientemente documentado en el Anti-Atlas occidental revela pruebas raras de la transición Ediacárico-Cámbrico. Este momento clave se remonta a hace unos 540 millones de años, con la aparición de la vida animal compleja. El estudio destaca la coexistencia de organismos antiguos de cuerpo blando y las primeras huellas de fauna. Sugiere que es la innovación evolutiva, y no una extinción masiva, lo que impulsaría este cambio biológico. Marruecos juega un papel crucial en el entendimiento de una de las transiciones más significativas en la historia de la Tierra: la del Ediacárico-Cámbrico. Este periodo, ocurrido hace aproximadamente 540 millones de años, marcó un cambio radical en la vida, con la aparición de la mayoría de los grandes grupos de fauna que conocemos hoy en día. A menudo se considera el inicio de la vida animal compleja. Un yacimiento fosilífero recientemente documentado en el macizo del Anti-Atlas occidental ofrece una visión excepcional de este momento crucial. Este sitio captura el declive de los primeros organismos complejos de la Tierra y el surgimiento de animales con características modernas. El descubrimiento, detallado en un estudio reciente publicado en ScienceDirect por investigadores de la Universidad Cadi Ayyad y colaboradores internacionales, presenta un conjunto excepcional de fósiles ediacáricos de cuerpo blando, estructuras relacionadas con tapetes microbianos (MRS) y primeras huellas fósiles. Hallados en el Miembro de Tabia de la Formación de Adoudou, cerca de Taroudant, estos hallazgos proporcionan pruebas valiosas de los ecosistemas del final del Ediacárico que sostenían dos ramas distintas de la vida multicelular. Huellas de dos mundos El yacimiento preserva tanto organismos ediacáricos de cuerpo blando, como Aspidella y Nimbia, así como huellas fósiles de metazoos como Treptichnus bifurcus, Bergaueria y Helminthopsis. Estos fósiles fueron descubiertos en capas de arenisca cerca del pueblo de Ez-Zaouia, sugiriendo que estos antiguos ambientes marinos poco profundos sustentaron tanto las formas de vida ediacáricas en declive como los primeros pioneros de la explosión cámbrica. Las huellas fósiles indican una creciente complejidad ecológica, revelando cómo los comportamientos de los animales en evolución comenzaron a remodelar los entornos marinos, reemplazando gradualmente a los organismos ediacáricos más pasivos. Esta investigación no solo llena un vacío en la comprensión de la vida temprana, sino que también refuerza la importancia de Marruecos en la investigación paleobiológica global. El estudio apoya la teoría de que la innovación evolutiva, más que un evento de extinción único, fue el principal motor de la transición entre estas dos eras biológicas. «Nuestros hallazgos apoyan la interpretación de que el declive de la biota ediacárica fue provocado por un evento evolutivo rápido», escribieron los investigadores. El estudio fue liderado por el Dr. Abdelfattah Azizi y coescrito por investigadores de Marruecos y Estonia.