La prensa de imprenta no era simplemente una herramienta técnica; marcó el inicio de una revolución intelectual que sacudió los cimientos de las sociedades tradicionales. En Marruecos, esta revolución llegó tardíamente debido al enfoque cauteloso del Estado, hasta el año 1865, cuando se imprimió el primer libro en la historia del país. Este libro, «Al-Shamail Al-Muhammadiyah» del Imam al-Tirmidhi, fue impreso utilizando una prensa litográfica importada de Egipto. Este momento, a pesar de su aparente simplicidad, representó un cambio cultural significativo, inaugurando la transición de Marruecos de una cultura del manuscrito a la era de la imprenta. A pesar de la proximidad geográfica de Marruecos con Europa, la llegada de la imprenta al país se produjo tardíamente en comparación con otras naciones islámicas. Este retraso se debió a una combinación de factores: el temor a la influencia cultural y política europea, las continuas preocupaciones internas, el miedo a alterar textos religiosos y la resistencia de los escribas, que veían la imprenta como una amenaza para su oficio. Además, el Makhzen, el gobierno central, no había comprendido el potencial revolucionario de esta herramienta para la difusión del conocimiento. Fue en 1864 cuando la imprenta llegó finalmente a Marruecos, gracias al juez Tayeb Roudani, un erudito del siglo XIX. A su regreso de una peregrinación, adquirió una prensa litográfica en Egipto y trajo consigo a un técnico egipcio para promover el acceso al conocimiento y facilitar la disponibilidad de libros. Sin embargo, su iniciativa no fue bien recibida por las autoridades. Desde su llegada al puerto de Essaouira, la prensa fue confiscada y puesta bajo la supervisión del Makhzen, que decidió trasladarla a Mequinez y posteriormente a Fez, según relata Mustafa bin Omar Al-Maslouti en su obra "El juez Tayeb ben Mohammed Al Tamli Roudani y la introducción de la imprenta en Marruecos". De este modo, Marruecos se convirtió en uno de los últimos países islámicos en adoptar la imprenta. Líbano lo hizo en 1583, Siria en 1706, Egipto en 1798 con la campaña francesa, Argelia en 1830 durante la ocupación francesa, y Túnez en 1860. Este desfase refleja las lentas transformaciones de la estructura política y cultural marroquí en aquella época. Según el libro "El Reino de los Libros: Una Historia de la Imprenta en Marruecos" de Fawzi Abdul Razzaq, el juez Roudani tenía la intención de trasladar la prensa a Taroudant, su ciudad natal. Sin embargo, el Makhzen no permitió que avanzara más allá de Mequinez, entonces residencia del Sultán. La prensa fue colocada bajo supervisión estatal, y varios hijos de notables fueron formados en las técnicas de impresión por el tipógrafo egipcio, en un esfuerzo por contener esta nueva tecnología en lugar de dejarla desarrollarse libremente. El primer libro impreso en Marruecos Con la impresión del primer libro en su territorio en 1865 en Mequinez, Marruecos inauguró una nueva era cultural e intelectual. Se trataba de "Al-Shama'il Al-Muhammadiyya" del Imam Abu Isa Al-Tirmidhi, un eminente erudito del Hadith del tercer siglo de la Hégira. En "Manifestaciones del Despertar del Marruecos Moderno" del historiador Mohamed Al-Manouni, se indica: «La prensa fue trasladada a Mequinez, donde sirvió para imprimir el primer libro de la historia de Marruecos, 'Al-Shama'il Al-Muhammadiyya'. Un año después, la prensa fue movida a Fez.» Según la Rabita Mohammedia de los Ulemas, esta edición fue promovida por el Sultán Moulay Abderrahman, quien veía en la imprenta un medio para fortalecer la educación religiosa y difundir las ciencias islámicas. La prensa dinamizó la vida científica, especialmente en los ámbitos de la jurisprudencia, el sufismo y los estudios del Hadith, además de publicar libros de súplicas y oraciones. Después de la impresión de "Al-Shama'il Al-Muhammadiyya" en Mequinez, el libro fue reimpreso en India en 1885, luego en Fez en 1893, con ediciones posteriores en varios países islámicos. "Al-Shama'il Al-Muhammadiyya" es considerado uno de los trabajos más importantes y célebres del Hadith profético, no solo por su valor académico sino también porque ofrece un retrato detallado del Profeta Muhammad, paz y bendiciones sobre él. Este libro no es simplemente una recopilación de Hadiths, sino un detallado viaje que describe las nobles características del Profeta, tanto físicas como morales. El Imam Al-Tirmidhi no omitió ningún aspecto de la descripción del Profeta en su libro: desde su estatura moderada, su color de piel, su cabello y sus ojos, hasta detalles minuciosos como su manera de caminar, sentarse y sonreír. El libro va más allá de la descripción física para explorar las profundidades espirituales y psicológicas. Describe sus hábitos alimenticios, su manera de beber y vestirse, cómo dormía y se despertaba, y los perfumes que usaba. El libro también ilumina los aspectos devocionales del Profeta, ilustrando su humildad en la oración, sus vigilias nocturnas y sus ayunos...