El 10 de Muharram, el primer mes del año de la Hégira, es un día de celebración para las familias marroquíes. Frutos secos, juguetes y también ropa nueva para los niños son parte de la esperada fiesta de Achoura. Para los jóvenes, al caer la noche, también es la ocasión de encender una hoguera, bailar y cantar alrededor. Achoura se celebra anualmente el décimo día del mes de Muharram. En varios países, especialmente en el Oriente Medio donde la comunidad chiita es prominente, este día se vive con tristeza. Para los chiitas, Achoura es una ocasión para recordar la masacre del imán Al-Hussein, hijo de Ali ibn Abi Talib (que Allah esté complacido con él) y su familia en Karbala, Irak, en el año 680. Simbolizando la resistencia contra la opresión y las injusticias, el duelo chiita se extiende durante 40 días tras Achoura, incluyendo una peregrinación a Kerbala, Irak. En Marruecos, la conmemoración de la muerte de Al-Hussein se limita a algunas canciones religiosas, pero sobre todo es una fiesta de alegría y celebración. Las familias marroquíes compran dátiles, frutos secos y dulces para compartir con visitantes, familiares, vecinos y especialmente con los niños. Para los más pequeños, Achoura es también una oportunidad para recibir regalos y juguetes: pistolas de agua, instrumentos musicales marroquíes como el «Bendir», un tambor de marco que se toca con los dedos, o la «Taarija», una versión más pequeña de la darbuka, también conocida como doumbek, que es un tambor de una sola cara. Al caer la noche, los marroquíes encienden hogueras y se reúnen alrededor de ellas, entonando canciones especiales de Achoura. En Marruecos, una celebración distinta a la chiita «En Marruecos, la celebración de Achoura y del nuevo año de la Hégira comenzó mucho antes de la aparición del islam chiita y de los conflictos entre Ali Ibn Abi Talib y Muʿawiya Ibn Abi Sufyan, el primer califa omeya», explica Mustapha Benhamza, presidente del consejo de Ulemas en Oujda, en una declaración a Yabiladi. El miembro del Consejo Superior de Ulemas relata que cuando el Profeta Mahoma (la paz y las bendiciones sean con él) llegó a Medina, descubrió que los judíos ayunaban el día de Achoura. Al preguntarles, le explicaron que «ayunan para conmemorar el día en que Moisés y sus seguidores fueron salvados del faraón por Allah al crear un camino en el Mar Rojo». «Entonces él ayunó ese día y pidió a sus seguidores que hicieran lo mismo», continúa nuestro interlocutor. «A los chiitas no les interesa Moisés, pero lo que los lleva a celebrar Achoura es el asesinato del imán Al-Hussein», señala, refiriéndose a la muerte del nieto del Profeta en la batalla de Karbala el 10 de Muharram en el año 61 de la Hégira. «Los marroquíes están influenciados por ciertos eventos, pero no necesariamente están relacionados con los chiitas, ya que hubo otros eventos antes de la llegada del islam a Marruecos», declara Mustapha Benhamza. «Quizás esos eventos se celebran ese día y se conmemoran en tales ocasiones, pero no podemos decir que los chiitas son quienes los instauraron porque eso es infundado», nos dice. La celebración de Achoura en Marruecos sería «una tradición chiita» Por su parte, el activista chiita marroquí Issam Al Hassani opina que «decir que Achoura es una práctica chiita implica un vínculo histórico local y raíces culturales y sociales en la memoria colectiva de los marroquíes y la cultura popular». «El consejero del rey, Abbas Al Jirari, escribió un libro titulado "Achoura entre los marroquíes" donde demostró a través de símbolos, costumbres y tradiciones, la existencia de tradiciones chiitas y omeyas entre los marroquíes», recuerda. El activista chiita añade que el escritor se basó principalmente en los diferentes tipos de festividades organizadas durante Achoura y las disparidades en su celebración según las regiones. «Esto está sin duda relacionado con la diversidad de los orígenes de la cultura marroquí-musulmana desde los idrisíes, los fatimíes y llegando a los Bani Hammoud en Andalucía», añade. «En Marruecos, existen manuscritos publicados en la última década que demuestran que los marroquíes organizaron Achoura de duelo y que el término Husseiniya solo existía en el contexto de la dinastía Hammoudí en Málaga (en Andalucía, nota del editor)», informa. «En el sur de Marruecos, algunas poblaciones no cocinan y visten de negro el décimo día de Muharram. Algunos encienden fuego mientras que otros mojan sus ropas con agua para conmemorar el hecho de que Al-Hussein murió sediento. Achoura marca así un incidente doloroso que los marroquíes han retomado con diferentes formas de celebración. Es una parte esencial de nuestra cultura», concluye el activista chiita.