Ante la negativa categórica de Brahim Ghali a organizar, en enero de 2026, un congreso del Polisario, los opositores a su liderazgo relanzan el proyecto de una «conferencia extraordinaria para salvar al Polisario de la desaparición», mientras mantienen la mirada puesta en la próxima resolución del Consejo de Seguridad. En los campamentos de Tinduf, las voces críticas se alzan contra la gestión de Brahim Ghali, lanzando una nueva ofensiva. Los promotores de esta petición, consultada por Yabiladi, subrayan que su «causa nacional atraviesa una fase delicada y crítica», caracterizada por «reveses y fracasos tanto externos como internos» y un «peligroso declive en la gestión del proyecto nacional». Esta evaluación contrasta notablemente con los discursos triunfalistas promovidos por la maquinaria de comunicación del Frente. En primer lugar, señalan el balance de la «guerra» iniciada el 13 de noviembre de 2020 contra Marruecos, admitiendo «la pérdida de control sobre los territorios liberados, la reducción del margen de maniobra sobre el terreno, y la falta de un plan claro para retomar la iniciativa». Esta pérdida de los «territorios liberados» se acompaña de un «retiro continuo del reconocimiento de la República Saharaui y un creciente reconocimiento internacional del hecho consumado impuesto por la ocupación». Brahim Ghali impone el aplazamiento del congreso del Polisario La petición también denuncia «el colapso casi total del sistema de seguridad en los campamentos y las zonas liberadas, así como la proliferación de armas en manos de traficantes de drogas». Los autores de la iniciativa advierten además sobre «los complots exteriores destinados a socavar el proyecto nacional y liquidar la causa nacional, cuyo primer test será el próximo octubre» en el Consejo de Seguridad de la ONU. «A pesar de los repetidos llamados a las élites y al pueblo para que tomen posición frente a estos desafíos, la dirección nacional, en su última reunión (los días 12 y 13 de julio en los campamentos de Tinduf, nota del editor) ignoró todos estos peligros y reivindicaciones. Peor aún, trató la situación como si estuviera en perfecto estado, marcando así una desconexión total con la realidad y un desvío manifiesto del proyecto nacional.» Dirigiéndose al grupo de Brahim Ghali, los autores de la petición afirman que «la legitimidad de toda autoridad no es un cheque en blanco, sino más bien un contrato entre ella y los gobernados». Acusan a la dirección del Frente de no cumplir con «sus obligaciones», tales como «la protección de la integridad de la patria, la seguridad del pueblo y la garantía de su dignidad». Concluyen pidiendo «la celebración de una conferencia extraordinaria para corregir los errores, restablecer los equilibrios, fortalecer los lazos de unidad nacional y la legitimidad de su dirección, y servir de plataforma para movilizar las energías latentes de la nación». Una idea ya propuesta en julio de 2024 por Bachir Mustapha Sayed en un artículo. En mayo pasado, miembros del Polisario habían llamado a la organización de un congreso extraordinario para «salvar al Polisario de la desaparición». Durante la última reunión del secretariado general del Polisario, celebrada la semana pasada, las voces que reclamaban un congreso ordinario en enero de 2026 se encontraron con el veto de Brahim Ghali y sus aliados, «quienes exigieron el aplazamiento de un año para la organización del cónclave. Un aplazamiento que, no obstante, es legal y conforme a las leyes internas del Polisario», explica a Yabiladi un antiguo miembro del Frente. El contenido de la próxima resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el Sáhara, prevista para finales de octubre de 2025, debería determinar el resultado de las reivindicaciones de los opositores a Brahim Ghali.