Con la proximidad de las elecciones de 2026 en Marruecos, las recientes manifestaciones del movimiento GenZ 212 podrían «remodelar» el debate político en el país. Así lo sugiere el Atlantic Council en un análisis realizado por la investigadora Sarah Zaaimi. Ella considera que este movimiento contribuiría a «recentrar las prioridades del gobierno, más allá de las políticas enfocadas en el entretenimiento y las infraestructuras, especialmente de cara al Mundial de 2030». Según Zaaimi, dada la experiencia de Marruecos en la gestión de crisis, el país «probablemente absorberá los eventos actuales y volverá gradualmente a la normalidad». En este contexto, el análisis sugiere que es «poco probable» que este nuevo movimiento social «evolucione hacia una revolución más transformadora», como sucedió en Nepal. No obstante, esta situación seguirá siendo «un momento crucial para el país y un llamado de atención», debido al «profundo abismo entre una generación conectada y políticamente crítica y las élites gobernantes actuales, cuyas prioridades están más centradas en el cemento que en las personas», señala la investigadora. Marruecos: GenZ 212 se dirige al rey y pide la dimisión del gobierno Además, Sarah Zaaimi resalta la importancia de seguir de cerca «las repercusiones de estas manifestaciones en Oriente Medio y el Norte de África, similar a lo ocurrido durante la Primavera Árabe, cuando la ola de protestas comenzó en Túnez y se extendió a otros países». De hecho, Argelia ya se prepara para manifestaciones este viernes, bajo el lema #GenZ213.