Desde que las manifestaciones se han multiplicado en varias ciudades para reclamar una mejor calidad de los servicios públicos de salud y educación, varios partidos políticos de la oposición han destacado la legitimidad de las concentraciones pacíficas. Desde hace una semana, las reacciones se suceden y llaman al gobierno a privilegiar el diálogo. Desde hace más de una semana, diversas ciudades marroquíes han sido escenario de manifestaciones que exigen una mejora en los servicios públicos de salud y educación. Las reacciones de los partidos políticos, especialmente de la oposición, no se han hecho esperar. Varias formaciones han subrayado la legitimidad de estas protestas pacíficas y han instado al gobierno a cambiar su enfoque en el tratamiento de las demandas sociales. Este miércoles, el Partido del Progreso y el Socialismo (PPS) insistió en que el ejecutivo «debería estar atento», privilegiar el diálogo y «abandonar la retórica de complacencia excesiva». Tras la reunión de su oficina política, que el día anterior abordó numerosos temas de actualidad nacional y regional, el partido se centró especialmente en este asunto. En un comunicado, destacó que estas manifestaciones están «motivadas por demandas sociales legítimas, relacionadas con el derecho de acceso a los servicios públicos básicos, especialmente la atención en hospitales públicos, a menudo caracterizados por una deficiente calidad, una grave escasez de recursos humanos y de equipos médicos». En este sentido, el PPS recomendó un enfoque «positivo, basado en la escucha y el diálogo frente a las diferentes protestas, para concebir soluciones concretas, realistas y eficaces que respondan a las expectativas de los ciudadanos». Al mismo tiempo, instó al ejecutivo a «remediar las deficiencias flagrantes en todos los niveles de la acción gubernamental, reestructurando las políticas públicas». En la misma línea, la formación invitó al gobierno a abandonar «su pretensión de haber 'logrado todo de manera inédita'», considerando que esta posición reflejaría «la débil comunicación y el vacío político del ejecutivo», lo que exacerbaría la «crisis de confianza». Parlamentarios cuestionan al gobierno Esta reacción se produce tras una declaración de la Federación de la Izquierda Democrática (FGD). Esta última lamentó, el lunes, la represión de las manifestaciones, incluidos los plantones en Agadir, Essaouira, Mequinez, Tiznit, Taounate y Oulad Tayma, entre otros. Además, el partido expresó su «solidaridad con las personas detenidas y su condena de cualquier forma de represión y restricciones contra los manifestantes». En la misma línea, abogó por el diálogo como vía para una resolución duradera de los problemas actuales. En el Parlamento, el tema también fue abordado en ambas Cámaras. En particular, fue objeto de una pregunta escrita por dos consejeros de la Unión Nacional del Trabajo en Marruecos (UNTM), brazo sindical del Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD). Los legisladores Khalid Satti y Loubna Alaoui interpelaron al jefe del gobierno sobre las recientes manifestaciones, «debido al deterioro de los servicios de salud resultante de la debilidad de las infraestructuras, la falta de equipos y suministros médicos, la escasez de personal médico y una mala gestión administrativa». En su pregunta, los dos consejeros destacaron que esta situación obligaba a muchos pacientes y sus familias «a soportar gastos elevados para recibir atención en clínicas privadas, o a soportar el dolor durante largos períodos». En este sentido, instaron al jefe del gobierno a «revelar las medidas que planea tomar para mejorar los servicios de salud en los hospitales públicos y asegurar su calidad en las diferentes regiones, conforme al artículo 29 de la Carta de los establecimientos públicos».