A dos semanas de que el Consejo de Seguridad de la ONU adopte una nueva resolución sobre el Sahara Occidental, Rusia se mantiene en una posición ambigua, oscilando entre el apoyo y la cautela. Por un lado, Moscú no descarta respaldar las iniciativas impulsadas por Estados Unidos, Francia y el Reino Unido para que el Consejo de Seguridad apruebe una resolución que apoye la propuesta de autonomía de Marruecos. Sin embargo, también establece sus propias condiciones. «Si se formula una nueva resolución que establezca principios distintos como base para una solución, estaremos dispuestos a considerar tales iniciativas, siempre y cuando sean aceptables para todas las partes», declaró el lunes 13 de octubre el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, durante una conferencia de prensa. «Rusia está preparada para apoyar una solución al conflicto del Sahara Occidental que satisfaga a todas las partes. Para nosotros, el asunto se resolverá cuando todas las partes involucradas realmente sientan que se ha encontrado una solución equilibrada.» Serguéi Lavrov En los próximos días, Estados Unidos presentará al Consejo de Seguridad un proyecto de resolución sobre el Sahara. Como miembro permanente del órgano ejecutivo de la ONU, Rusia cuenta con el poder de veto.