Multiplicando actuaciones inéditas con el equipo de Marruecos sub-20, Mohamed Ouahbi se confirma no solo como un descubridor de jóvenes talentos, sino también como el entrenador que impulsa a su selección a dar lo mejor de sí misma para escribir la historia. Tras haber sido finalista de la CAN U20, está perfilando los contornos de una nueva consagración en el Mundial U20. La selección sub-20 de Marruecos ha alcanzado un hito histórico bajo la dirección de Mohamed Ouahbi. Superando su actuación en el Mundial Sub-20 de 2005, los Cachorros del Atlas han llegado a la final de la Copa Mundial 2025 en Chile, convirtiéndose en el primer país árabe en lograr tal proeza en 44 años. El domingo 19 de octubre a medianoche, Marruecos se enfrentará a Argentina con la esperanza de conquistar su primer título. Este logro es fruto de la combinación de rigor, paciencia y arduo trabajo, todos orquestados por Mohamed Ouahbi desde que asumió el mando de la selección en 2022. En declaraciones a la prensa, el entrenador ha destacado el trabajo a largo plazo realizado con sus jugadores, especialmente en los últimos dos años, siguiendo el espíritu que el entrenador belga-marroquí de 49 años siempre ha inculcado en sus jóvenes talentos. A diferencia de muchos entrenadores, Ouahbi no inició su carrera en el fútbol como jugador, sino como formador. Con una licencia UEFA Pro, comenzó su trayectoria en los años 90 en Bélgica. En su Bruselas natal, se destacó como un educador excepcional en el equipo Maccabi Foot Brussels (MFB) a los 21 años. Un formador consolidado y descubridor de talentos Desde 2004, Ouahbi se unió a la academia del Sporting de Anderlecht, conocida como Neerpede, donde es cariñosamente llamado «Mo». Durante diecisiete años, entrenó diversas categorías hasta los U21. El club le agradeció por su contribución a «numerosas generaciones de Anderlecht, logrando excelentes resultados y ganando numerosos torneos». Destacó especialmente durante la temporada 2014-15, cuando los U21 alcanzaron el Final Four de la UEFA Youth League en Nyon. Estos logros le valieron una promoción como asistente del entrenador del primer equipo de Anderlecht, Besnik Hasi, entre 2015 y 2016. Combinando pedagogía, dirección y espíritu colectivo, Ouahbi fue clave en la revelación de jóvenes talentos en el club. Algunos de ellos llegaron a la selección nacional absoluta de Marruecos, como Bilal El Khannouss, quien brilló en el Mundial 2022 de Qatar y en los Juegos Olímpicos de París 2024. «Mo tuvo bajo su tutela a muchos grandes jugadores del Sporting que ahora destacan en grandes ligas extranjeras», escribió el club. «Neerpede no es solo una magnífica escuela de vida para los jóvenes, sino también para los entrenadores», afirmó Ouahbi. Posteriormente, colaboró con Al-Fateh SC en Arabia Saudita, donde es asistente de Yannick Ferrera, su antiguo colega de Anderlecht. En 2022, asumió como entrenador de los U20 de Marruecos, reforzando su impacto en el fútbol nacional. Fuera del campo, Ouahbi también se destaca por su compromiso con Karama Solidarity, como Embajador de la Dignidad. Junto a otros embajadores, impulsó la recolección de donaciones para fabricar prótesis para refugiados palestinos y civiles mutilados en Gaza. «Romper el techo de cristal» En el campo, Ouahbi también busca transmitir valores humanos además del espíritu de éxito y perseverancia. Aunque no lograron clasificarse para la Copa Africana de Naciones (CAN U20) en 2023, continuó trabajando con su equipo. La disciplina y la constancia dieron sus frutos en la edición siguiente, logrando la clasificación para el Mundial 2025. «Hemos establecido muchas reglas y estructuras basadas en valores y principios. Se dice a menudo: 'sin excusas, sin reproches'. No buscamos culpables, sino que partimos de esos valores», explicó Ouahbi en una entrevista con la FIFA. Como figura clave en logros inéditos, Ouahbi sigue los pasos de Walid Regragui y Tarik Sektioui. Ante la FIFA, afirmó que esta dinámica contribuirá a «romper el techo de cristal» en el fútbol africano. «Cuando se rompe completamente, todos apuntan a las estrellas», afirmó. «Cuando no estás acostumbrado a grandes trayectorias, siempre hay frenos, cosas que te bloquean, el miedo a ganar... Ahora, vemos que las luces están en verde (...) y creo que lo que hizo Walid Regragui en 2022 nos abrió el camino a nosotros y a las futuras generaciones», reconoció Ouahbi. El seleccionador cree que más allá de la competición, esta participación refuerza «la imagen que queremos dar de Marruecos», especialmente «por los valores de convivencia y unidad que ahora mostramos en el campo y que muchos descubrirán».