En 1881, el sultán Moulay El Hassan instauró el «rial hassani» como moneda local. Con el advenimiento del protectorado francés, el «rial» fue reemplazado por el franco, el cual, a su vez, sería sustituido por el dírham marroquí tras el fin del protectorado francés sobre Marruecos. Un recorrido por una historia llena de cambios y transformaciones monetarias. Hacia finales del siglo XIX, la moneda oficial de Marruecos era el rial hassani, una pieza introducida por el sultán Moulay Hassan en 1881 con el objetivo de reemplazar el antiguo sistema monetario basado en normas y pesos legales. Sin embargo, esta moneda colapsó en 1902 debido a las tensiones generadas por las potencias europeas, que buscaban repartirse el reino jerifiano. En 1906, doce países europeos se congregaron entre el 16 de enero y el 7 de abril para decidir cómo dividirían el territorio marroquí y los beneficios que obtendrían de ello. Además, acordaron crear un banco estatal encargado de reformar la situación monetaria de Marruecos. Del rial Hassani al franco francés El «Tratado para la organización del protectorado francés en el imperio jerifiano», firmado en Fez el 30 de marzo de 1912, otorgó al franco francés una posición dominante en el mercado marroquí, gracias a los esfuerzos del Banco de Argelia. Este banco trabajó intensamente para expandir sus operaciones en Marruecos, según relata el profesor universitario Mohamed Naciri en un artículo sobre las transacciones monetarias durante el reinado del Sultán Moulay Youssef, publicado en noviembre de 2006. Así, el franco francés se convirtió en una divisa oficial junto al rial hassani, aunque esta coexistencia provocó conflictos entre ambas monedas. Finalmente, la moneda marroquí fue retirada del mercado en favor del franco, que obtuvo el monopolio. El 19 de marzo de 1920, se publicó un Dahir que oficializaba la decisión de «abandonar la moneda Hassani para mantener el orden y facilitar los intercambios». El documento también estipulaba la retirada de esta moneda de la circulación mientras se implementaba un sistema monetario estándar. Explicaba que «la moneda que continuará utilizándose en todos los ámbitos es el franco, no solo por la garantía que proporciona, sino también porque se convierte en la moneda utilizada en las cuentas públicas». El rial hassani fue entonces recolectado mediante su compra con billetes emitidos por el Banco de Francia o el Banco de Argelia. Cómo nació el franco marroquí En esa época, el programa de reforma monetaria de Marruecos exigía inicialmente el abandono de la moneda local, lo cual se concretó en la primavera de 1920. No obstante, el rial hassani no desapareció completamente, ya que, además de la gran cantidad acumulada en el tesoro del Banco Estatal, siguió siendo popular en la zona bajo control español y en Tánger. Paralelamente, el Banco Estatal negoció con el ministro francés de Finanzas y el gobierno jerifiano para llegar a un acuerdo directo con el Tesoro francés, lo que dio lugar al nacimiento del franco marroquí. Sin embargo, esta nueva moneda marroquí tuvo que competir con los billetes del Banco de Francia y del Banco de Argelia. La duplicidad monetaria persistió en Marruecos hasta que un decreto ministerial, emitido el 4 de marzo de 1922, decidió no otorgar más ventajas a las monedas emitidas por los dos bancos. Esto finalmente tuvo un impacto positivo en la nueva moneda marroquí. Con esta reforma y modernización monetaria, el objetivo de la Francia colonial era fortalecer su control sobre el mercado marroquí y someterlo a su sistema para explotar el país y a sus habitantes en condiciones óptimas. El nacimiento del dirham marroquí y su adopción como moneda del país Con el fin del protectorado francés, el reino inició una nueva era al restablecer su soberanía monetaria. El 30 de junio de 1959 marcó el nacimiento de Banque Al-Maghrib. El 17 de octubre de 1959, el dirham se convirtió en la moneda nacional, reemplazando al franco marroquí. Los archivos de Bank Al-Maghrib muestran, según Elaph, que «la elección de una moneda de referencia árabe e islámica (...) era una posición soberana y política». Esta elección también era «una declaración de pertenencia de Marruecos a su espacio histórico árabe e islámico, una ruptura con los acuerdos de Algeciras y una declaración de adhesión a la Liga Árabe». En el otoño de 1959, se abandonó la indexación del dirham al franco, seguida de una devaluación del franco francés de más del 20% frente a la nueva moneda marroquí, a petición del FMI, el Banco Mundial y Bretton Woods, a los que Marruecos se unió ese año. A pesar de la adopción del dirham como moneda nacional, los bancos franceses continuaron controlando el sistema monetario marroquí y gran parte de la actividad económica. El gobierno marroquí contempló entonces la creación de bancos estatales marroquíes, financiados por el sector público. A principios de los años 60, surgieron instituciones nacionales como el Banco Marroquí de Comercio Exterior (BMCE), el Banco Popular, la Caja de Depósitos y Gestión (CDG), el Banco Nacional para el Desarrollo Económico, el Crédito Agrícola y el Crédito Inmobiliario y Hotelero (CIH). Siete años después, Hassan II ordenó que todos los bancos que operasen en Marruecos, fueran marroquíes o extranjeros, estuvieran sujetos a la autoridad de Bank Al-Maghrib, que se convirtió en el guardián de la actividad financiera y monetaria. El nacimiento de Dar As-Sikkah Sin embargo, fue necesario esperar hasta 1974 para que el banco central emitiera el céntimo para reemplazar al franco en la moneda nacional marroquí. No fue hasta el 5 de marzo de 1987 que el rey Hassan II inauguró la sede de Dar As-Sikkah, encargada de producir e imprimir los billetes y acuñar las monedas. Este centro también asumió la tarea de crear el pasaporte marroquí e imprimir una serie de documentos seguros. Dar As-Sikkah amplió sus funciones, comenzando a imprimir billetes para una serie de bancos de países extranjeros. Además, se modernizó aún más con el lanzamiento, en 2008 por Bank Al-Maghrib, de un importante proyecto de modernización de sus instalaciones de producción. Un año después, Dar As-Sikkah también emitió el primer pasaporte biométrico marroquí, producido en un centro especialmente diseñado para fabricar y diseñar esta nueva generación de documentos de viaje.