A los 14 años, Youssef Outaleb, joven prodigio de Ifrane, equilibra sus ambiciones deportivas y académicas. Campeón en ciernes de triatlón, ya ha conquistado varios títulos nacionales, mientras persigue su sueño de convertirse en médico, convencido de que la pasión y la perseverancia son las claves del éxito. Youssef Outaleb jamás imaginó que un simple zambullido en el agua durante su infancia marcaría el inicio de una prometedora carrera deportiva. A los cinco años, su padre lo llevó a la piscina «Al Akhawayn» en Ifrane, su ciudad natal, y le colocó un pequeño flotador. Sin titubear, Youssef saltó... el flotador se deslizó, y se hundió antes de volver a la superficie y nadar instintivamente. Su padre, asustado, temió lo peor, pero ese instante fue el comienzo de la historia de un campeón. Su padre, también atleta y participante en varias carreras como el Maratón de las Arenas, entendió rápidamente que el deporte fluía por las venas de su hijo y que debía motivarlo para desarrollar ese potencial. Desde entonces, Youssef se adentró en un mundo que nunca había imaginado. En conversación con Yabiladi, Youssef relata con humor cómo su padre «plantó el amor por el deporte en mí con una aguja mágica». Entre la escuela y la pista A los 14 años, Youssef no se limita solo a la natación. Acompaña a su padre en los entrenamientos de carrera y ciclismo, descubriendo así el triatlón, su verdadera pasión. Su determinación y talento le valieron una invitación de la Federación Real Marroquí de Triatlón para el Campeonato de Marruecos 2023 en la categoría U13. En su primera participación, se alzó con el título de campeón. Su éxito no se detiene ahí. Obtuvo el tercer lugar en el Campeonato de Marruecos de Salvamento en 2025 y participó en la Copa del Trono de Triatlón en 2023. Ya había ganado el «Triatlón de la isla de Iden» en 2019 y el «Kids Tamuda» en 2022, entre otras competiciones. Consciente de la importancia de la educación, Youssef, estudiante de tercer año de secundaria, se esfuerza por destacar también en el ámbito académico. «No es fácil, pero concentro mis esfuerzos. Organizo mi día entre la escuela por la mañana y el entrenamiento en natación, carrera o ciclismo por la tarde, luego vuelvo a casa para hacer mis deberes. Mi éxito se basa en el equilibrio entre la educación y el deporte.» Youssef Outaleb Youssef ha enfrentado desafíos, como un accidente en bicicleta cuando un conductor lo atropelló antes de huir. Afortunadamente, solo sufrió una lesión menor que no interrumpió sus entrenamientos. Al contrario, este incidente reforzó su determinación para seguir persiguiendo su sueño. Su dedicación al deporte cuenta con el apoyo de su familia. Durante nuestra conversación, expresa su gratitud hacia ellos. Su padre lo acompaña en sus carreras, lo guía y comparten sus videos de entrenamiento en las redes sociales, mientras que su madre cuida de su alimentación saludable para apoyar su rendimiento. Escalar el Toubkal por tercera vez... Una preparación mental y física Youssef también comparte su pasión en las redes sociales, documentando sus entrenamientos semanales en bicicleta con su padre alrededor de Ifrane, así como sus desafíos. Se está preparando precisamente para escalar el monte Toubkal por tercera vez, una parte integral de su programa de preparación física. A pesar de las críticas en las redes sociales que le aconsejan concentrarse únicamente en sus estudios, Youssef sigue su camino con confianza. Afirma con seguridad: «No saben que destaco en mis estudios. Sé que el deporte viene en segundo lugar, pero para mí, también es una escuela de vida que me ha enseñado disciplina, paciencia y voluntad», mientras mantiene la educación como pilar de su futuro. Youssef sueña con convertirse en campeón del mundo y olímpico en triatlón cuando alcance la edad requerida para estas competiciones de gran envergadura. También aspira a convertirse en médico. Su ambición es doble, pero está convencido de que el trabajo arduo le permitirá alcanzar estos sueños. Este joven de Ifrane corre hacia el futuro con seguridad, convencido de que aquel primer chapuzón no fue una simple coincidencia.