DR ‹ › Con la reciente adopción de la resolución 2797, el gobierno británico, bajo el liderazgo del primer ministro laborista Keir Starmer, manifestó su intención de «lograr avances en los próximos meses» en relación con el conflicto del Sáhara Occidental. Esta declaración fue realizada el martes 16 de diciembre por el subsecretario de Estado para Asuntos Exteriores, responsable de Oriente Medio y el Norte de África, Hamish Falconer, durante una sesión en la Cámara de los Comunes. Respondía así a una pregunta del diputado conservador Andrew Murrison. Andrew Murrison instó al gobierno a capitalizar su apoyo al plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental, sugiriendo la implementación de acciones concretas que fortalezcan los lazos comerciales con Marruecos. «La Cámara está al tanto del cambio de postura sobre el Sáhara Occidental anunciado por el anterior ministro de Asuntos Exteriores, así como de nuestro voto en las recientes deliberaciones del Consejo de Seguridad sobre futuras negociaciones en la región», afirmó el segundo al mando de la diplomacia británica. Además, reveló que «el enviado especial de las Naciones Unidas, el Sr. de Mistura, en quien depositamos plena confianza, está trabajando activamente para impulsar las conversaciones. Es esencial intentar resolver este conflicto de larga duración, que representa un obstáculo para una mayor unidad en el norte de África». Es importante recordar que el Reino Unido votó a favor de la resolución 2797 en el Consejo de Seguridad de la ONU el pasado 31 de octubre.