La Escuela de Arquitectura y Paisaje de Casablanca (EAC) conmemoró sus dos décadas de existencia con una ceremonia simbólica en la Iglesia del Sagrado Corazón. El evento coincidió con la entrega de diplomas a la 13ª promoción de arquitectos y paisajistas, en un ambiente que combinó celebración y compromiso. Fundada en 2004 por iniciativa estatal, la EAC ha defendido desde sus inicios una pedagogía audaz: integrar disciplinas, fomentar el diálogo entre culturas y situar al ser humano y su entorno en el centro del aprendizaje. «Veinte años después, esta audacia sigue siendo nuestra brújula», afirmó su Director General, Dr. Ahmed Laaroussi. Con 350 graduados, 400 estudiantes y un cuerpo docente de 20 nacionalidades, la escuela se ha consolidado como una referencia tanto a nivel nacional como internacional. Reconocida por el Estado desde 2017 e integrada en la red Honoris United Universities desde 2018, la EAC equilibra su arraigo local con una apertura global. En 2023, su programa de Arquitectura del Paisaje fue acreditado por la IFLA, destacando su compromiso con el desarrollo de ciudades sostenibles. La jornada incluyó una mesa redonda sobre el papel del arquitecto en la sociedad, moderada por Karim Dronet, con la participación de Mohamed Fikri BenAbdallah, Mounia Bennani y Lotfi Sidi Rahal. Otro anuncio relevante fue la próxima apertura de una sucursal en el campus Honoris de Casa Anfa, concebida como un espacio de experimentación urbana que complementará al sitio histórico. En un gesto que inaugura una nueva tradición honorífica anual, la 13ª promoción fue nombrada en honor a Mourad Ben Embarek (1939–2011), figura emblemática de la arquitectura marroquí. De este modo, la escuela reafirma su continuidad y su misión: formar constructores comprometidos con los desafíos del territorio.