Con 19 años, Marouane El Mokadim desapareció en circunstancias misteriosas a bordo del ferry Armas, que conecta el puerto de Beni Ensar con el de Motril en España. Aunque su embarque fue confirmado, el joven nunca habría llegado a su destino. Las preguntas sobre el destino del desaparecido siguen sin respuesta, mientras la compañía marítima guarda silencio. La noche del sábado 20 de febrero de 2024, alrededor de las 11, Marouane El Mokadim se despidió de su madre y sus seres queridos en el puerto de Beni Ensar, cerca de Nador. Este joven marroquí de 19 años abordó el ferry español Armas rumbo a Motril (España), vestido completamente de negro: chaqueta, pantalón y zapatos, tal como recuerda su familia. Marouane llevaba consigo una mochila que pesaba unos 20 kilogramos. Nadie imaginó que aquella despedida sería definitiva. Sin embargo, el joven desapareció sin dejar rastro, en circunstancias misteriosas. De España a Marruecos, un último viaje de vacaciones Tras obtener su residencia en España y regularizar su situación administrativa, Marouane regresó a Marruecos por primera vez para celebrar el Aïd el-Fitr con su familia. Había llegado a España como migrante en situación irregular a los 17 años, desembarcando en Motril en una embarcación improvisada. Tras pasar un tiempo en un centro para menores no acompañados, se estableció con amigos. Una semana después del Aïd, planeaba volver a España. Así, la noche del 20 de febrero, Marouane abordó el ferry Armas, que debía llegar al puerto de Motril a las 7 de la mañana del día siguiente. Durante el trayecto, envió a su familia videos desde la cubierta, mostrando el mar en calma. Su comportamiento era tranquilizador, sin señales de preocupación. «A las 2:28 exactamente, recibí una llamada de él. Me dijo que estaba en la cafetería del barco y no mencionó ningún problema. Pero desde entonces, toda comunicación se cortó de repente.» Mohamed El Mokadim A las 7 de la mañana, la familia intentó contactar a Marouane, pero su teléfono estaba apagado. Inicialmente pensaron que se había quedado sin batería. Sin embargo, los amigos del joven, que vivían con su hermano Mohamed, informaron que Marouane no había llegado a España. Un pariente en Gijón acudió entonces a la comisaría para reportar su desaparición el 22 de febrero de 2024. Las primeras investigaciones revelaron que Marouane no había entrado en territorio español ese día y su nombre no aparecía en ningún registro fronterizo, pese a que la naviera confirmó que había embarcado en el ferry. Silencio de la compañía y una «extraña» falla de cámara La familia contactó a la compañía Armas, que solo confirmó que Marouane estaba en la lista de pasajeros y había embarcado. Cuando el abogado español de la familia solicitó las grabaciones de videovigilancia del barco, la respuesta fue que las cámaras no funcionaban ese día. Para la familia, esta explicación es «inaceptable y sospechosa», según Mohamed, su hermano. «Lo más preocupante es que la mochila de Marouane no apareció entre las pertenencias revisadas en el puerto español, a pesar de haber examinado todo el equipaje restante. Esto añadió más misterio y complejidad al caso.» Mohamed El Mokadim El abogado presentó una solicitud oficial al operador marroquí Inwi para obtener la última ubicación del teléfono de Marouane, mientras que la empresa española Digi confirmó que el teléfono no había sido encendido desde su desaparición. Las autoridades marroquíes confirmaron que Marouane había salido de Marruecos desde el puerto de Beni Ensar la noche del 20 de febrero. Sus homólogos españoles indicaron que no había ingresado a España por el puerto de Motril, según los elementos revisados por Yabiladi. En contacto con Interpol en Madrid, con quienes las autoridades marroquíes colaboraron, se confirmó que Marouane había salido de España el 14 de febrero de 2024, el día que llegó a Marruecos. Estaba registrado entre los pasajeros del ferry el 21 de febrero, pero no regresó a España. Un año después de la desaparición de Marouane, en medio de una campaña lanzada por su hermano Mohamed en redes sociales para esclarecer la verdad, una mujer afirmó haber estado en el mismo barco. Comentó haber sido testigo de una altercado entre Marouane y un miembro de la tripulación, durante el cual el joven se desmayó. La tripulación informó a los pasajeros que sería atendido por un médico a bordo, pero nunca volvió a ser visto. Otro hombre confirmó la misma versión, recordando los detalles del incidente y expresando su esperanza de que los involucrados sean convocados oficialmente para una investigación, según Mohamed El Mokadim. La lucha de la familia en busca de justicia El 10 de febrero de 2025, Mohamed El Mokadim inició una huelga de hambre de tres días frente a la sede de la naviera en Beni Ensar, protestando por la negligencia en el caso de Marouane y la tardanza de las autoridades en tomar acciones serias. Posteriormente, fue recibido por el fiscal general cerca de la Corte de Apelaciones de Nador, quien decidió abrir una investigación sobre el caso. El tribunal afirmó haber contactado a la compañía, exigiendo las grabaciones de las cámaras de vigilancia. También escuchó testimonios de algunos pasajeros que no notaron nada inusual. Se abrió un expediente en el tribunal español en mayo de 2025, pero no ha habido avances desde entonces. Al cumplirse un año del incidente, Mohamed retomó otra huelga de hambre coincidiendo con el Aïd el-Fitr, la festividad que Marouane había venido a celebrar con su familia antes de desaparecer. Mohamed expresó su indignación ante la indiferencia, culpando a la naviera. ¿Cómo puede un joven subir a un barco y desaparecer sin dejar rastro? ¿Por qué las cámaras de vigilancia fallaron solo esa noche? ¿Dónde están su mochila y teléfonos móviles? ¿Por qué la compañía no ha dado explicaciones? ¿Es negligencia o un intento de encubrir un crimen? La familia de Marouane sigue esperando respuestas convincentes a estas preguntas.