Mientras el país enfrenta una nueva ola de atentados terroristas, Malí, a través de su primer ministro, acusa indirectamente a Argelia de financiar a los grupos terroristas que operan en el Sahel. Mauritania y Senegal no están a salvo de esta expansión de movimientos extremistas. En el marco de la 4ª Conferencia Internacional de la ONU sobre el Financiamiento del Desarrollo, celebrada en Sevilla, Malí ha señalado directamente a Argelia. El primer ministro maliense, Abdoulaye Maiga, lanzó una acusación apenas disimulada contra el país vecino. «Los países del Sahel enfrentan desde hace una década un terrorismo impuesto, con una implicación comprobada de patrocinadores estatales extranjeros», afirmó durante su intervención. Ante esta amenaza persistente, Malí se ha comprometido a transformar la Confederación de Estados del Sahel (AES) en una auténtica potencia regional, con el objetivo de «mejorar las condiciones de vida» de las poblaciones de la alianza, creada en septiembre de 2023 por Malí, Níger y Burkina Faso. Estos tres países han decidido poner fin a la injerencia argelina en sus asuntos internos. Como recordatorio, el pasado abril, Bamako, Niamey y Uagadugú llamaron a consultas a sus embajadores en Argelia. Esta decisión se tomó en solidaridad con el gobierno de transición maliense, tras la violación de su territorio por parte del ejército argelino. Mohammed VI se reúne con los ministros de la Alianza de Estados del Sahel Las acusaciones del primer ministro maliense coincidieron con un comunicado del ejército maliense que anunciaba ataques coordinados, ocurridos en la madrugada del 1 de julio de 2025, contra posiciones de las Fuerzas Armadas Malienses (FAMa) en Niono, Modolo, Sandaré, Nioro del Sahel, Diboli, Gogui y Kayes. En Argelia, algunos medios locales afirman que «la junta de Assimi Goita está contra la pared» frente a estos atentados terroristas. Desde la retirada de Malí de los acuerdos de Argel, firmados en 2015, Argelia ha logrado federar los movimientos de oposición al gobierno maliense en la región de Azawad, bajo la bandera del Frente de Liberación del Azawad, anunciado el 30 de noviembre de 2024. Cabe recordar que Argelia se opuso firmemente a las reivindicaciones autonomistas, e incluso independentistas, de los tuaregs amazighs del Azawad durante las negociaciones de los acuerdos de Argel. Marruecos sigue con preocupación el avance de las entidades terroristas en el Sahel. Así lo demuestra la audiencia concedida por el rey Mohammed VI, el 28 de abril, a los ministros de Asuntos Exteriores de la Alianza de Estados del Sahel, que agrupa a Malí, Níger y Burkina Faso. El reino ha firmado acuerdos de cooperación militar con estos tres países de la AES. Unidades de sus ejércitos reciben formación en las escuelas y academias de las Fuerzas Armadas Reales (FAR). Mauritania y Senegal, más allá de los países del Sahel, también podrían estar amenazados por los movimientos terroristas activos en la región. «Estos grupos armados avanzan hacia la zona fronteriza maliense, vecina de Mauritania y Senegal. Una zona que durante mucho tiempo se consideró relativamente a salvo de injerencias extranjeras, pero que ahora es un foco de expansión terrorista», alertó este miércoles 2 de julio un medio de Nuakchot.