Una semana después de los incidentes en Torre Pacheco, en la provincia española de Murcia, la Organización Marroquí de Derechos Humanos (OMDH) ha lamentado las «persecuciones racistas contra los inmigrantes, en su mayoría marroquíes residentes desde hace más de dos décadas». En un comunicado difundido este lunes, la asociación expresó su preocupación por «el auge del racismo de extrema derecha, que victimiza a los migrantes en España, afecta gravemente al tejido social español y aviva sentimientos de miedo y odio». En este contexto, la OMDH advirtió sobre «las repercusiones negativas de estos eventos en las relaciones marroquí-españolas y en la imagen de España dentro de la sociedad marroquí», así como sobre «los avances logrados por España en materia de integración de inmigrantes». La organización condenó específicamente «los actos racistas perpetrados por miembros del partido de extrema derecha VOX y todos los actos de incitación al odio difundidos por medios españoles cercanos a la extrema derecha y en las redes sociales». Por otro lado, la ONG criticó «la instrumentalización por parte de la extrema derecha de la cuestión migratoria y de incidentes menores, que se convierten en argumentos electorales». En este sentido, hizo un llamado a las «fuerzas democráticas y de defensa de los derechos humanos en España» para «movilizarse contra la creciente ola de discriminación racial e intolerancia en todas sus formas». La OMDH también recomendó «la apertura de una investigación» sobre los incidentes racistas. En este sentido, subrayó la necesidad de procesar a todas las personas involucradas, así como a aquellos que promueven discursos racistas, discriminatorios y xenófobos. El pasado lunes 14 de julio, los incidentes provocaron la reacción del Presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien afirmó que «el racismo es incompatible con la democracia». «Lo que ocurre en Torre-Pacheco es un desafío para todos nosotros. Debemos expresar nuestras opiniones, actuar con firmeza y defender los valores que nos unen. España es un país de derechos, no de odio», insistió.