En un giro inesperado, Mounir El Qadiri Boutchich, líder de la tariqa Boutchichiya, anunció el martes que dejaba su posición en manos de su hermano menor, Mouad. Esta decisión llega pocos días después del fallecimiento de su padre, el Cheikh Jamal-Eddine El Qadiri Boutchich. Mounir explicó que su decisión fue tomada tras «confiar en Dios, buscar consejo y reflexionar», destacando que el objetivo es «preservar la unidad de la familia y de la orden». Subrayó que el liderazgo es «una responsabilidad, no un honor, y que la sinceridad es su medida». Instó a todos los seguidores de la orden a unirse en torno a su hermano Mouad y a «mostrarle respeto y buena fe», reafirmando el compromiso con los principios fundamentales de la orden, que incluyen «la pureza de intención, la corrección de dirección y el servicio a las personas y al país». También aconsejó evitar «las disputas, las interpretaciones y las sospechas, y no involucrarse en discusiones personales», destacando que «nuestro camino es el de la etiqueta, la discreción y la lealtad». El Cheikh Mounir renovó su compromiso de «servir al glorioso trono alauita y adherirse a las constantes nacionales bajo la dirección del Comendador de los Creyentes». El Cheikh Jamal-Eddine El Qadiri Boutchich falleció el viernes 8 de agosto de 2025 en el hospital militar de Rabat a los 86 años. Anteriormente, había anunciado durante la conmemoración del octavo aniversario del fallecimiento del Cheikh Hamza, en enero pasado, su intención de «transferir la confianza espiritual» a su hijo mayor, Mounir, quien la cedió a su hermano Mouad cuatro días después de la muerte de su padre. La tariqa Qadiriya Boutchichiya es una de las cofradías sufíes más grandes del mundo, con numerosos adeptos en todos los continentes, y sus líderes desempeñan un papel central en la diplomacia espiritual del Reino de Marruecos.