El subdelegado del gobierno en Granada, José Antonio Montilla, mostró su apoyo y solidaridad con el arzobispado de la provincia y el municipio de Albuñol tras el incendio que afectó el pasado domingo a la iglesia Santiago Apóstol de El Pozuelo. En declaraciones recogidas este lunes por Europa Press, Montilla confirmó que la Guardia Civil ha detenido al sospechoso para realizar una investigación exhaustiva, tras la cual el individuo «será presentado ante un tribunal para que se tomen las medidas apropiadas». Asimismo, advirtió contra los discursos de odio que buscan generar confrontaciones y conflictos intercomunitarios. Esta declaración se produce en un contexto marcado por la creciente reacción de la extrema derecha, que ha intensificado sus manifestaciones a través de sus partidos políticos y portavoces mediáticos, luego de confirmarse que el detenido es un ciudadano marroquí. El día del incidente, el partido Vox criticó «un nuevo ataque contra los valores y tradiciones de España por parte de extranjeros que quieren imponer sus creencias mediante la violencia, mientras que el sistema bipartidista del PP y del PSOE observa con un desprecio cómplice». El ayuntamiento de Albuñol expresó su «firme condena» de estos incidentes «extremadamente graves», mientras que la alcaldesa socialista María José Sánchez (PSOE) hizo un llamado a la calma. La representante local rechazó cualquier intento de utilizar este evento «lamentable» para «crear divisiones o confrontaciones» entre los habitantes. «Albuñol es un municipio diverso, solidario y acogedor, donde la convivencia y el respeto son pilares fundamentales que no deben comprometerse. Un grupo entero no puede ser criminalizado por los actos de una sola persona», insistió. En la misma línea, José Antonio Montilla afirmó estar «totalmente de acuerdo con el arzobispo de Granada cuando señala que un acto de violencia nunca puede representar una religión, sino solo a su autor, a quien deben aplicarse las disposiciones del Código Penal». En este sentido, sostuvo que «los discursos de odio que buscan generar confrontaciones y conflictos entre las comunidades deben ser rechazados firmemente». El domingo por la tarde, el sospechoso irrumpió en la iglesia rompiendo el vitral. Luego, destrozó la parroquia con un martillo antes de prender fuego en el interior. Afortunadamente, no se lamentaron víctimas, pero las llamas causaron daños en parte del lugar. La rápida intervención de la Guardia Civil y los bomberos permitió limitar los daños.