La Federación de la Izquierda Democrática (FGD) expresó este lunes su preocupación por la represión de las manifestaciones que se han registrado en varias ciudades, donde las concentraciones exigían una mejora en la calidad de los servicios sociales, especialmente en salud y educación. La reacción del partido opositor surge tras las protestas llevadas a cabo en lugares como Agadir, Essaouira, Mequinez, Tiznit, Taounat y Oulad Tayma, entre otros. En un comunicado enviado a Yabiladi, la FGD destaca que estas demandas sociales son «legítimas, en un contexto de escasez y deterioro de numerosos servicios sociales y equipamientos públicos». En este sentido, el partido manifestó su «solidaridad con las personas detenidas y su condena a cualquier forma de represión y restricciones contra los manifestantes». Asimismo, el partido reafirmó que «el derecho a manifestarse pacíficamente está garantizado por la Constitución marroquí y las convenciones internacionales ratificadas por Marruecos, por lo que la calle no debe convertirse en un escenario de violencia e intimidaciones». Por otro lado, la FGD ha abogado por el diálogo con los manifestantes como vía para una solución duradera a los problemas actuales. Así, hizo un llamado a «todas las fuerzas vivas, incluidas las organizaciones de defensa de los derechos humanos y de la sociedad civil, los partidos políticos y las organizaciones sindicales, a unir sus esfuerzos para defender el derecho de los ciudadanos a la expresión pacífica y trabajar por la preservación de su dignidad y sus libertades fundamentales». En los últimos días, las manifestaciones en algunas ciudades han estado marcadas por arrestos, especialmente en Essaouira. En otras regiones, como Taounate, los manifestantes han lamentado que su hospital provincial se haya convertido en un simple punto de transferencia que envía a los pacientes hasta Fez para recibir atención adecuada. La semana pasada, una protesta similar en Agadir llevó al despido de responsables del hospital regional Hassan II.