En un gesto de solidaridad con los manifestantes de Gen Z 212 en Marruecos, un concejal del ayuntamiento de Rabat presentó su dimisión ayer. «Esta decisión no ha sido fácil de tomar, pero nace de una profunda convicción: la indignación de los jóvenes marroquíes en las calles es un reflejo del auténtico sufrimiento causado por el desempleo, el alto costo de la vida y la falta de servicios públicos, especialmente en salud y educación. Son problemas fundamentales que no pueden ser ignorados», escribió Moussa Laarif en su carta de dimisión dirigida a la alcaldesa de la capital, Fatiha El Moudni del PAM. «He decidido estar al lado de estos jóvenes, no como un mero espectador o un observador silencioso, sino para expresar mi solidaridad de manera concreta. Creo que la responsabilidad de los representantes es escuchar a los ciudadanos, especialmente cuando se manifiestan pacíficamente para exigir dignidad y justicia social.» Moussa Laarif «Mi dimisión es un grito simbólico para señalar que ha llegado el momento de iniciar un diálogo nacional serio y responsable, que sitúe las prioridades ciudadanas en el centro de las políticas públicas y restaure la confianza perdida entre los jóvenes y sus instituciones», concluyó el miembro del Partido Marroquí Liberal.