Anoche, el ejército israelí interceptó más de veinte barcos de la Flotilla Global Sumud cuando intentaban llegar a la Franja de Gaza, que sigue bajo un férreo bloqueo y devastada por un conflicto que ha cobrado decenas de miles de vidas. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel informó que los participantes de la flotilla serían trasladados a Israel antes de ser deportados a Europa. Entre los detenidos se encuentran seis marroquíes: Aziz Ghali, Ayoub Habraoui, Younes Ait Yassine, Abdeladim Ben Daraoui, Youssef Ghalal y Yassine Lafram. A pesar de la intervención israelí, otros barcos de la flota, que se retrasaron en su salida de puertos europeos por razones técnicas, se preparan para continuar su travesía hacia Gaza. La interceptación ha generado una ola de condenas internacionales. El Ministerio de Asuntos Exteriores español convocó al encargado de negocios israelí en Madrid, mientras que su homólogo británico expresó su «grave preocupación» por la operación. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Brasil denunció lo que considera una violación de los derechos de los activistas pacíficos. Paralelamente, el primer ministro paquistaní calificó el ataque como un «acto vil», y su homólogo malasio anunció su intención de solicitar el apoyo de los países de Oriente Medio y de Estados Unidos para lograr la liberación de los detenidos malayos retenidos por Israel.