El escándalo que sacude actualmente al regulador de la prensa y la edición en Marruecos, tras las revelaciones del periodista Hamid El Mahdaoui, ha llevado a Khalid El Horri, miembro del Comité de Etica de la Comisión Provisional de Gestión de la Prensa y la Edición, a romper su silencio. Ha ofrecido sus «sinceras disculpas» al presidente del colegio de abogados y a todos los abogados que podrían haberse visto afectados por las declaraciones divulgadas por El Mahdaoui. El Horri reconoce que su tono durante la reunión «no fue suficientemente mesurado» y reafirma «su profundo respeto por la profesión de abogado y el papel esencial que desempeña en la protección de los derechos y el respeto del Estado de derecho». El director de publicación del diario arabófono Assabah destaca que la reunión del Comité de Etica, celebrada a puerta cerrada el pasado abril, fue objeto de «filtraciones de extractos fragmentarios y deformados» de sus deliberaciones. Aclara que sus comentarios surgieron de un «momento de emoción durante una discusión profesional interna» y que de ninguna manera pretendían «atentar contra la integridad de los abogados». En su declaración, El Horri señala que la «filtración deliberada y la modificación sistemática» del contenido de la reunión constituyen un «comportamiento peligroso». Este acto compromete la confianza indispensable para el buen funcionamiento de los comités, atenta contra los principios fundamentales de confidencialidad y responsabilidad, y perjudica gravemente a las profesiones jurídica y periodística. Incluso denuncia un «acto contrario a la deontología de las profesiones jurídicas y mediáticas». Khalid El Horri fue nombrado por el jefe del gobierno, Aziz Akhannouch, en la Comisión Provisional encargada de la gestión de la prensa y la edición.