El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, tiene previsto recibir al presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, en Madrid este diciembre. Este encuentro diplomático se llevará a cabo justo después de la reunión de alto nivel entre Marruecos y España, presidida por Aziz Akhannouch esta semana. La reunión se desarrollará en un contexto particular respecto a la cuestión del Sáhara, tras la reciente votación en el Consejo de Seguridad de la ONU. La visita de Tebboune, que se está organizando al «más alto nivel», según fuentes mediáticas españolas, forma parte del esfuerzo de Madrid por lograr un delicado equilibrio en sus relaciones con Rabat y Argel. En este contexto, el gobierno español busca restablecer la confianza mediante el fortalecimiento de los intercambios políticos y económicos con ambas partes, tras años de tensiones derivadas del cambio de postura de España a favor de la iniciativa de autonomía propuesta por Rabat para el Sáhara. Simultáneamente, el gobierno español se dispone a aprobar la designación del diplomático Ramiro Fernández Bachiller como nuevo embajador en Argelia, sucediendo a Fernando Morán Calvo-Sotelo. Este movimiento es visto por las mismas fuentes como un importante preludio diplomático a la visita de Tebboune. Estos esfuerzos se producen en un momento en que las relaciones comerciales entre Madrid y Argel aún no han recuperado su nivel normal, a pesar del fin de la crisis económica que «ha costado a las empresas españolas una pérdida estimada en 3,2 mil millones de euros». Mientras tanto, la cuestión del visado sigue siendo uno de los principales puntos de tensión entre ambos países, además del aumento sin precedentes de los flujos migratorios irregulares hacia las islas Baleares desde la costa argelina durante el verano.