A veces, un solo acontecimiento basta para reescribir la vida. Para Ikram Ameur, la maternidad fue ese momento decisivo. En Madagascar, donde encontró un nuevo espacio para sí misma, el deseo de expresarse surgió de su silencio. Se volcó en la escritura para narrar lo que ve y vive, para construir su propia identidad literaria como escritora independiente. Ikram Ameur, de ascendencia marroquí con raíces en Oujda, Angad y Moussaoua, nació en Seine-Saint-Denis, Francia. De su infancia en Francia, recuerda con alegría un entorno familiar basado en la solidaridad y el apoyo mutuo entre vecinos y amigos. Sin una vocación clara, optó por estudiar recursos humanos, lo que la llevó al mundo laboral. Desde siempre, Ikram soñó con vivir en el extranjero, imaginándose en lugares como Estados Unidos, Canadá o Inglaterra. Sin embargo, el destino la llevó a un rincón inesperado del mundo: Madagascar. En abril de 2015, se mudó allí tras recibir una oferta laboral, sumergiéndose en un entorno completamente diferente. Inicialmente, su plan era quedarse solo dos años, pero el tiempo pasó y su experiencia en Madagascar se convirtió en una parte esencial de su vida y carrera. «¡Rubik's tu vida!», una novela que retrata a los humanos como cubos con múltiples facetas En la capital de Madagascar, Ikram estableció un departamento de relaciones con clientes para una empresa de entrada de datos y luego ocupó cargos de responsabilidad en diversas instituciones. Aunque su trabajo era estimulante, su perspectiva profesional cambió tras el nacimiento de su hija. Se distanció de prácticas laborales carentes de humanidad. En declaraciones a Yabiladi, recordó un entorno «donde la empatía y la comprensión no tienen cabida, en un modelo capitalista patriarcal que prioriza los resultados sobre las personas». Este cambio la llevó a proyectos más alineados con sus valores. Creó una marca de productos infantiles hechos a mano en Madagascar y lanzó una línea de ropa reciclada. Sin embargo, su deseo más profundo era transmitir valores a su hija a través de la escritura. Ikram no es nueva en el mundo de la escritura. A los 11 años, escribió un poema contra el racismo que fue tan bien recibido que lo leyó públicamente al final del curso. Posteriormente, la escritura se convirtió en su refugio personal. Observaba a los pasajeros del transporte público e inventaba historias sobre ellos, un ritual que se convirtió en «un refugio y un espacio para expresar lo no dicho, así como un espejo para narrar la realidad de manera más profunda». A pesar de su pasión, el miedo al juicio ajeno y el «síndrome del impostor» retrasaron su proyecto literario. Pero el deseo de dejar un legado a su hija la impulsó a explorar la literatura. Así nació su primera novela, «¡Rubik's tu vida!». La obra sigue a Ibtissam, una joven que enfrenta los desafíos de su época sin siempre ser consciente de los obstáculos. La novela aborda temas como la diversidad cultural, la identidad personal, el racismo, el sexismo y las relaciones tóxicas, integrándolos de manera natural en la vida cotidiana. «Elegí el Cubo de Rubik como símbolo para la novela porque se asemeja a los humanos: tiene múltiples caras que no se ven todas a la vez, cambia constantemente y se reconfigura para formar una nueva imagen cada vez.» Ikram Ameur Con un estilo conversacional cercano al lector, y un tono que mezcla humor y referencias a la cultura popular, Ikram ha dado forma a su primera obra con creciente confianza. Su consejo: Escriban como si nadie los fuera a leer Ikram afirma que no encontró dificultades en la escritura en sí. Una vez que encontró su estilo, todo fluyó naturalmente. Sin embargo, el verdadero desafío llegó tras el lanzamiento del libro. El marketing y la promoción resultaron ser tareas arduas. Optó por la autoedición, ya que el camino a través de editoriales es largo y selectivo, especialmente sin contactos en el sector. Además, menciona que muchos autores enfrentan dificultades económicas. Hoy, Ikram gestiona todas las etapas de su proyecto literario, desde la escritura hasta el marketing, sin una estrategia específica. Experimenta, comete errores, aprende y sigue adelante. Se apoya en su capacidad de observación de las personas y el lenguaje corporal. Describe su imaginación como un «tsunami» que transforma ideas en relatos cuando la observación se encuentra con la inspiración. En momentos de duda, recurre a su hermana, quien ha estado a su lado durante todo el proceso creativo. Aunque la escritura es ahora parte integral de su vida, Ikram no siente que haya cambiado significativamente su vida personal. «La escritura era una escapatoria, un espacio para la imaginación y el drama suave que adoro. Soy un poco una reina del drama. ¡El papel me permite una hermosa exageración!», nos dice. Ikram planea el lanzamiento de su segundo libro. Con una sonrisa, comenta: «Quizás el segundo revele más sobre el primero... Dios sabe». Concluyó aconsejando a quienes sueñan con escribir y temen lanzarse: «Escriban como si nadie los fuera a leer... solo entonces emerge la verdad».