Marruecos avanza nueve puestos en la clasificación mundial de libertad de prensa de Reporteros Sin Fronteras, alcanzando el puesto 120 de 180 países en 2025. Sin embargo, el informe destaca una presión creciente sobre los periodistas independientes, exacerbada por las presiones del gobierno de Akhannouch para reforzar su control mediático. El Informe Anual 2025 de Reporteros Sin Fronteras, publicado este martes 9 de diciembre, posiciona a Marruecos en el puesto 120 de 180 países en cuanto a libertad de prensa, con una puntuación de 48,04 puntos. Esta clasificación supone un avance de nueve lugares respecto a 2024. Al analizar los subindicadores, Marruecos se encuentra en el puesto 97 en el ámbito político, 115 en el económico, 117 en el legislativo, 116 en el social y 115 en seguridad y protección. Akhannouch aprieta el cerco sobre los medios El informe subraya que los periodistas independientes en Marruecos «enfrentan una presión continua». Destaca los esfuerzos del actual gobierno, liderado por Aziz Akhannouch, para «fortalecer su control sobre el sector mediático». El documento señala que el pluralismo mediático en el reino es «solo una fachada, ya que los medios no reflejan la diversidad de opiniones políticas del país». Explica que los periodistas independientes y los medios críticos están bajo una fuerte presión, y que «el derecho de acceso a la información es violado por una maquinaria de propaganda omnipresente, mientras que la desinformación mediática sirve a los intereses políticos de los círculos de poder». En el ámbito político, el informe indica que desde la victoria del Reagrupamiento Nacional de Independientes en las legislativas de 2021, «el Jefe del Gobierno Aziz Akhannouch no escatima esfuerzos para presionar a los periodistas críticos y emprender acciones legales contra ellos, utilizando su poder financiero para influir en la línea editorial de los medios influyentes del reino, mientras que las restricciones financieras afectan a las plataformas opuestas a sus políticas. Esta alianza entre el dinero y el poder compromete la capacidad de la prensa para abordar cuestiones de corrupción relacionadas con la gestión pública». El informe confirma que «el recurso al derecho penal para perseguir a los medios críticos sigue vigente», explicando que «la sustitución del Consejo Nacional de la Prensa por un comité temporal en 2023 representa un retroceso significativo en el camino hacia la autorregulación del periodismo marroquí». En cuanto al contexto social, la organización señala que aunque la sociedad demanda más periodismo independiente, no muestra voluntad de defenderlo. Destaca la instrumentalización por parte de las autoridades de cuestiones de moralidad, como la violación, la trata de personas, las relaciones sexuales ilícitas y el aborto ilegal, contra los periodistas independientes en los últimos años. Explica que la presión sobre las voces mediáticas críticas aumenta a medida que se acercan las elecciones de 2026, el jefe del gobierno «explotando sus poderes para restringir la prensa, mientras que el ministro de Justicia Abdellatif Ouahbi ha intensificado sus acciones legales contra los periodistas este año». Marruecos, segundo en el Magreb En el ranking de libertad de prensa en el Magreb, Marruecos se sitúa en segundo lugar, detrás de Mauritania, que ocupa el puesto 50, seguido de Argelia en la posición 126, Túnez en la 129 y Libia en la 137. A nivel árabe, Marruecos es tercero después de Mauritania y Comoras, clasificadas en el puesto 75, seguidas de Catar en el lugar 79. A nivel mundial, Noruega lidera el ranking de países más respetuosos con la libertad de prensa, seguida de Estonia, Países Bajos y Suecia. Finlandia y Dinamarca ocupan las siguientes posiciones, mientras que Irlanda se sitúa séptima, seguida de Portugal y Suiza, con la República Checa en décima posición. Por otro lado, los países más represivos hacia la libertad de prensa son Eritrea, que ocupa el último lugar, precedida por Corea del Norte, China, Siria, Irán y Afganistán. Además, el informe de Reporteros Sin Fronteras revela que 67 periodistas fueron asesinados en el mundo en 2025 debido a su trabajo, la mitad de ellos en Gaza, víctimas del ejército israelí.