En el pueblo de Bouidmamouma en Aghbala, una joven de 24 años con discapacidad mental fue víctima de una violación en grupo, lo que resultó en un embarazo de ocho meses. Mientras la justicia avanza con dificultad debido a audiencias aplazadas por la ausencia de los acusados, la familia, que vive en condiciones precarias, aún espera obtener justicia para su hija. DR ‹ › Una tragedia ha estremecido al pueblo de Bouidmamouma en Aghbala, provincia de Béni Mellal. Hayat, una joven de 24 años con discapacidad mental, ha sido víctima de una violación en grupo, lo que ha derivado en un embarazo que ya se encuentra en su octavo mes. Tras darse a conocer el caso, el pasado domingo fue trasladada a la casa de maternidad de la comunidad de Aghbala para recibir la atención necesaria, siguiendo las instrucciones directas de Mohamed Benribag, Wali de la región de Béni Mellal-Khénifra y Gobernador de la provincia de Béni Mellal. En conversación con Yabiladi, Lahcen, primo de la víctima, de 37 años y sostén de una familia de 13 personas, reveló que Hayat ya había sufrido una agresión sexual en 2018, dando a luz a un niño que ahora tiene siete años. Según Lahcen, debido a su trastorno mental que le otorga el nivel cognitivo de un niño, Hayat había ocultado la identidad del agresor por miedo a las amenazas, proporcionando un nombre falso. Una investigación judicial y una prueba genética exoneraron a la persona inicialmente sospechada, y el caso fue cerrado sin identificar al verdadero culpable. La familia quedó conmocionada al descubrir el nuevo embarazo hace unas semanas. Incapaz de comprender o expresar su situación, Hayat no fue diagnosticada como embarazada hasta el quinto mes. Tras la investigación, confió a su familia que cuatro individuos habían abusado de ella, incluyendo a quien la familia ya sospechaba en 2018. Tras descubrir el embarazo, la familia llevó a Hayat al hospital, donde un médico denunció el caso a la Gendarmería Real. Las autoridades convocaron a los cuatro sospechosos identificados por la víctima. «Negaron todas las acusaciones, llegando incluso a negar conocerla, a pesar de que todos vivimos en el mismo pueblo», declaró Lahcen. Audiencias pospuestas por falta de presencia de los acusados El juez de instrucción del Tribunal de Apelación de Béni Mellal ha escuchado a la víctima en tres ocasiones. Aunque se programó una primera audiencia en octubre pasado, la ausencia de los acusados provocó su aplazamiento. La segunda sesión, prevista para este mes, también fue pospuesta por la misma razón. Una nueva audiencia está fijada para el día 23 de este mes. La familia de la víctima vive en condiciones precarias, en una casa de adobe sin las comodidades básicas, como muestran las fotos recibidas por Yabiladi: sin agua, sin electricidad, sin puertas seguras y sin baño, lo que les obliga a salir para atender sus necesidades. Los niños de la familia deben recorrer siete kilómetros cada día para llegar a la escuela, una prueba aún más difícil en época de nieve. Lahcen, quien padece cáncer desde 2024, trabajaba como herrero antes de que los médicos le aconsejaran dejar los trabajos pesados y evitar la exposición prolongada al sol. Ahora, debe conformarse con pequeños trabajos como freelance, sin garantía de ingresos estables para su familia. A pesar de las dificultades, la familia espera que este proceso judicial llegue a buen término y finalmente obtener justicia para su hija. «No guardaré silencio ante este crimen... hasta el último día de mi vida», concluyó Lahcen.