Una enfermera que trabajaba en una clínica privada dentro de la prisión de Oudaya ha sido puesta en detención preventiva tras comparecer ante el tribunal de Marrakech el lunes. Se le acusa de incitar a la corrupción, promover la prostitución, poseer y difundir material pornográfico, así como de producir videos obscenos, entre otros cargos presentados por la fiscalía tras su arresto por las fuerzas de seguridad. Las investigaciones revelaron que la sospechosa captaba a sus víctimas a través de la aplicación Snapchat, utilizando videos pornográficos para seducirlas y entablar conversaciones íntimas. Posteriormente, les solicitaba dinero a cambio de satisfacer sus deseos y organizar encuentros. Una vez recibidas las transferencias, las bloqueaba de inmediato, convirtiéndolas así en víctimas de fraude digital, según el periódico «Al-Sabah». A pesar de la reticencia de la mayoría de las víctimas a denunciar, una de ellas decidió romper el silencio tras haber enviado 1,500 dirhams bajo el pretexto de tratamientos estéticos y viajes, antes de que la sospechosa desapareciera y cesara toda comunicación. Esto llevó a la víctima a presentar una denuncia ante la Dirección de Seguridad de Marrakech. La unidad de ciberdelincuencia inició una investigación a partir de los datos digitales proporcionados por la víctima, lo que permitió identificar a la sospechosa y localizar su domicilio. Como resultado, se incautaron el teléfono y la computadora de la enfermera, que contenían clips específicamente preparados para engañar a sus víctimas. Tras su presentación ante el fiscal público el pasado sábado, se decidió mantenerla en detención preventiva mientras continúa la investigación, permaneciendo encarcelada.