Mientras que la Organización Meteorológica Mundial ha alertado, desde hace una semana, sobre el calentamiento casi irreversible del planeta, Marruecos se prepara desde ahora para los posibles escenarios que podrían alterar sus características nacionales y regionales. La razón es que los cambios ya se observan desde hace años, entre períodos históricos de sequía y picos de temperaturas fuera de temporada. En la última semana, el informe más reciente ha elevado las alarmas como nunca antes, confirmando las predicciones científicas de años atrás. Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), existe un 80% de probabilidad de que el récord del año más cálido, establecido en 2024, sea superado en al menos uno de los próximos cinco años. Los cambios significativos en el equilibrio climático global se reflejan en aumentos de temperatura que han dejado de ser excepcionales. Incluso, hay un 8% de probabilidad de que «al menos uno de los próximos cinco años experimente un aumento de más de 1,5°C respecto al promedio del período 1850–1900». En su último informe, la OMM también advierte sobre un 70% de probabilidad de que la temperatura media quinquenal del período 2025–2029 supere los 1,5°C, en paralelo con un fenómeno continuo en el Ártico, donde las temperaturas superan el promedio mundial. Además, la organización de la ONU señala que el calentamiento a largo plazo, promediado en varias décadas, sigue siendo inferior a 1,5°C, mientras que «los patrones de precipitación varían considerablemente de una región a otra». En este contexto, Marruecos no está exento de esta tendencia global que afecta al planeta entero, e incluso a algunas regiones más que a otras, ya que el país se encuentra en una zona crítica del Mediterráneo, considerada un punto caliente de los desajustes climáticos. Marruecos, un «punto caliente» en los cambios climáticos regionales [Estudio] Marruecos: una zona anormalmente cálida Mientras los científicos advierten sobre la creciente irreversibilidad de estos cambios a escala global, Marruecos ya ha registrado picos históricos de temperaturas anormalmente altas para su temporada, exacerbando así los efectos de al menos siete años de sequía sin precedentes y precipitaciones por debajo del promedio. Comentando la situación nacional en el contexto de los últimos hallazgos de la OMM, Houcine Youabed, director de comunicación de la Dirección General de Meteorología (DGM), confirmó a Yabiladi que el país está «plenamente afectado por las previsiones globales» de la organización de la ONU, «e incluso más expuesto que el promedio mundial debido a su ubicación geográfica». «La región mediterránea es hoy reconocida como un "punto caliente climático" por el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, nota del editor) y otras instituciones científicas internacionales». El especialista explica que «esto significa que esta región se calienta más rápido que el promedio mundial, con impactos particularmente visibles en el aumento de las temperaturas extremas de verano, la reducción de las precipitaciones, especialmente invernales, y una mayor variabilidad interanual, es decir, la alternancia de años muy secos y otros puntualmente lluviosos». «Marruecos, situado en la confluencia entre el Atlántico, el Mediterráneo y el Sahara, es particularmente vulnerable a estas evoluciones, especialmente en sus regiones costeras, montañosas y áridas», afirma Houcine Youabed. Los suelos marroquíes no se salvan del calentamiento global, según el IPCC En este contexto, las olas de calor y la sequía en Marruecos están claramente vinculadas al fenómeno global del calentamiento, sin poder determinar si los signos de atenuación a nivel nacional se inscriben en una tendencia duradera. Según el responsable, los datos recientes confirman que el país «ya está sufriendo los efectos concretos del cambio climático». Por esta razón, el reino «ha experimentado sus tres años más cálidos registrados de manera consecutiva y las olas de calor se están volviendo más largas, más frecuentes y más intensas».