Una nueva publicación internacional, The National Interest, muestra un interés particular en los vínculos entre el Polisario y el terrorismo. Esta publicación surge pocos días después de la del diario español, La Vanguardia, que analizó las peligrosas relaciones entre el Frente y los grupos extremistas que operan en el Sahel. ¿Es viable un Sahara Occidental independiente bajo el liderazgo del Frente Polisario? Esta es la cuestión que explora la revista The National Interest en un análisis firmado por Ahmad Sharawi. «Independientemente de la postura que se tenga sobre la independencia nacional, en este caso particular, Marruecos sigue siendo el único baluarte contra el establecimiento de un régimen yihadista en el Sahara Occidental», sostiene el autor. Esta postura es compartida por varias naciones, incluyendo el Reino Unido, Estados Unidos, Francia e Israel. Incluso Siria, que en el pasado fue un aliado, ha expulsado recientemente al Frente Polisario de su territorio, según informa la publicación estadounidense. En contraste, «los principales apoyos del Polisario siguen siendo Argelia e Irán. Con aliados de este tipo, resulta evidente que no se debería confiar una nación entera al Frente Polisario». «Antes visto como un movimiento nacionalista laico, el Polisario ha estrechado lazos en los últimos años con algunos de los actores más radicales de la región. Aunque su ideología marxista original fue moldeada por el apoyo de Cuba y la Libia de Gadafi, esta influencia ha sido reemplazada por una realidad mucho más inquietante», señala el artículo. Los campamentos de Tinduf son «ahora un foco de reclutamiento yihadista y un punto de convergencia para las redes extremistas que operan en el Sahel», precisa The National Interest. Connivencias con Irán y Hezbollah «Los vínculos del Polisario con el extremismo están bien documentados. Adnan Abu al-Walid al-Sahrawi, excombatiente del Polisario, llegó a liderar el Estado Islámico en el Gran Sahel (EIGS) antes de ser abatido por las fuerzas francesas en Malí en 2021. En 2008, la célula terrorista Fath al-Andalus emergió de los campamentos de Tinduf, seguida en 2009 por el grupo "Khilafah", que juró lealtad a Daesh. Un informe de los servicios de inteligencia alemanes destacó que "Daesh y al-Qaeda operan libremente en los campamentos de Tinduf y en la región sahelo-sahariana en general"», explica la revista estadounidense. El artículo recuerda que el periódico alemán Die Welt reveló vínculos directos entre el grupo y Hezbollah, respaldado por Irán, particularmente a través de llamadas interceptadas entre Mohamed Lamine El Kattab, agente de enlace del Polisario en Siria, y un miembro de Hezbollah. A medida que se multiplican los artículos e informes sobre los vínculos entre el Polisario y grupos terroristas en los últimos meses, el diplomático español Máximo Cajal (1935 – 2014) ya había anticipado estas preocupaciones. En enero de 2010, advirtió sobre las implicaciones de crear un Estado independiente en el Sahara, bajo el control del Frente. «¿Cuáles serían las consecuencias de un país independiente para la región, bajo el control del Polisario, lo que equivale a decir bajo el control de Argelia?», se preguntaba el embajador y asesor del primer ministro José Luis Rodríguez Zapatero en un artículo publicado por El País. «El Sahara Occidental nunca ha tenido las condiciones para ser un Estado, y su población, nómada y laica, nunca ha constituido un pueblo. Un Sahara independiente no podría prosperar. Terminaría convirtiéndose en un nuevo Estado frágil», advirtió.