Cuando regresas a tu patria no como un refugiado en el exilio, sino como portador de sueños e identidad... el viaje se convierte en algo mucho más significativo que una simple transición geográfica. Así fue el regreso de Nesrine El Kasbawi de Estados Unidos a Marruecos, no solo en busca de pertenencia, sino también en la búsqueda de una voz cultural que resuene en los pliegues de las telas y los diseños cargados de mensajes estéticos y una identidad profunda. Lo que comenzó como una necesidad personal se transformó en un proyecto que emula el patrimonio amazigh en un marco moderno, aspirando a un alcance global sin abandonar sus raíces. En 2009, Nisrine Kasbaoui, quien entonces residía en Estados Unidos, tomó una decisión trascendental: empacar sus maletas y regresar a Marruecos. Este retorno no fue simplemente una visita familiar o unas vacaciones prolongadas, sino el inicio de un nuevo capítulo en su vida, en el que buscaba fusionar su herencia amazigh con su pasión por la moda. Navegando entre dos culturas, la marroquí y la estadounidense, Nisrine pasó su infancia en Casablanca, siempre manteniendo un profundo vínculo con Khémisset, cuna de sus ancestros amazigh. En el año 2000, se estableció en Estados Unidos tras contraer matrimonio, continuando sus estudios en óptica. Sin embargo, su amor por la moda nunca la abandonó, lo que la llevó a emprender un proyecto empresarial y regresar a Marruecos. De una necesidad personal a la valorización del patrimonio En una entrevista con Yabiladi, confiesa: «Sabía que regresaría con una visión y un mensaje, no solo como expatriada». El camino no fue fácil. A su vuelta, enfrentó desafíos administrativos que retrasaron el lanzamiento de su proyecto, y la adaptación de sus hijos al nuevo entorno requirió un esfuerzo adicional. «Las cosas no fueron fáciles; establecer mi proyecto requirió mucho tiempo y esfuerzo. En cuanto a la adaptación cultural y psicológica de mis hijos, fue un desafío en sí mismo.» Nisrine Kasbaoui La pasión de Nisrine por la moda se fortaleció en Estados Unidos, donde le resultaba difícil encontrar ropa que combinara elegancia, comodidad y originalidad para ella y sus hijas. «Todo comenzó por una necesidad personal. Al no encontrar modelos que me convencieran, decidí crearlos yo misma, para satisfacer mis necesidades y expresarme.» Los mayores desafíos surgieron durante la fase de fabricación. Los modelos que combinaban autenticidad amazigh y modernidad requerían habilidades específicas que no estaban disponibles en Estados Unidos. Tuvo que enviar los prototipos a Marruecos, lo que ralentizó los inicios del proyecto. Pero Nisrine no se rindió. Su pasión por su herencia amazigh la impulsó a regresar a Marruecos y lanzar su marca «Amazigh Threads» tras una formación en diseño. A través de ella, busca revivir los símbolos amazighs en la moda contemporánea y apoyar a los artesanos locales. «Mis creaciones llevan un mensaje cultural; siento que participo en la preservación del patrimonio y en el fortalecimiento del sentido de pertenencia. También aspiro a apoyar a los artesanos locales y ayudarles a continuar.» Nisrine Kasbaoui Creaciones para preservar la herencia ancestral Para Nisrine, la moda es un poderoso vehículo de expresión de la cultura amazigh. Integra símbolos, motivos y colores tradicionales en diseños modernos, combinando autenticidad e innovación. Ve este enfoque como una forma de dar vida al patrimonio y hacerlo accesible a un público más amplio, tanto en Marruecos como en el extranjero. Su exposición a dos culturas, la marroquí y la estadounidense, le ha ofrecido una perspectiva única en el diseño de moda. Mezcla el estilo marroquí con un toque contemporáneo, otorgando a su marca un carácter distintivo. «Hacer la conexión entre Marruecos y América me ayuda a ampliar el mercado y construir una red profesional en el mundo de la moda.» Nisrine está convencida de que «la moda amazigh es un componente vivo de la identidad marroquí, mientras que en el extranjero, se aprecia como un símbolo cultural y artístico que refleja la riqueza del patrimonio marroquí». Su ambición última es que su marca alcance fama mundial, sirviendo como puente visual para transmitir la profundidad de la cultura amazigh al mundo, en un estilo que mezcla pasado y futuro, tradición y modernidad. Aunque Nisrine no creció en un entorno cultural amazigh como sus ancestros, su espíritu está profundamente arraigado allí, y su corazón permanece apegado a «Amazigh Threads».