El Departamento de Estado de Estados Unidos ha publicado recientemente un informe que examina la situación de la libertad de expresión en Marruecos. En su informe de 2024 sobre derechos humanos, la diplomacia estadounidense destaca que, si bien «la Constitución garantiza en general la libertad de expresión, incluida la de prensa y otros medios», las críticas al islam, a la monarquía o a las políticas gubernamentales sobre la integridad territorial y el Sáhara Occidental están penalizadas, con sanciones que van desde multas hasta el encarcelamiento. El documento resalta que, según Freedom House, «la prensa goza de una considerable libertad de expresión al abordar políticas económicas y sociales. No obstante, las autoridades emplean diversos mecanismos financieros, legales y sociales para castigar a los periodistas críticos con el gobierno». «El gobierno ha establecido procedimientos estrictos que restringen los encuentros entre periodistas y representantes de ONG o activistas políticos. Los periodistas extranjeros deben obtener la autorización del Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes antes de reunirse con activistas políticos, una autorización que no siempre se concede.» El informe también menciona que «en noviembre, el economista y defensor de los derechos humanos Fouad Abdelmoumni fue acusado de "difusión de información falsa y alegaciones, desacato a decisiones judiciales y desacato a un organismo regulado por la ley".» Asimismo, el informe denuncia que «las autoridades y otros actores sometieron a algunos periodistas a actos de acoso e intimidación, incluyendo la propagación de rumores dañinos sobre su vida privada». Se citan los casos de «periodistas indultados por el rey el 29 de julio de 2024 con motivo de la Fiesta del Trono, quienes enfrentaron acusaciones en línea», tales como «Taoufik Bouachrine, Soulaimane Raissouni y Omar Radi».