Las manifestaciones protagonizadas por la generación Z volvieron a ocupar titulares durante el informe de prensa diario de la oficina del portavoz del secretario general de la ONU. El jueves 2 de octubre, el portavoz adjunto, Farhan Haq, fue cuestionado sobre los disturbios en la ciudad de Leqliaa, donde tres personas perdieron la vida después de que agentes de la Gendarmería Real dispararan sus armas de servicio para detener un intento de asalto a su puesto, que incluía la incautación de armas y municiones. «¿Qué opina el Secretario General sobre el uso de balas reales contra civiles, y ha habido algún esfuerzo por parte de la ONU para contactar a figuras políticas prominentes en Marruecos?», preguntó un periodista. Haq respondió: «Exigimos investigaciones transparentes y que los responsables de violaciones a los derechos de las personas involucradas en manifestaciones pacíficas sean llevados ante la justicia». Añadió: «Nuestros colegas en Marruecos están al tanto de la situación y mantienen contacto con sus contrapartes». A principios de esta semana, las protestas en Marruecos ya habían sido discutidas en el informe de prensa de la ONU. En esa ocasión, Haq destacó que la ONU busca «garantizar que se respete plenamente el derecho de todos a la libertad de expresión y a manifestarse pacíficamente». Las movilizaciones lideradas por jóvenes en Marruecos comenzaron el fin de semana del 27 y 28 de septiembre. Aunque dispersas y con numerosos arrestos, demandaban mejores servicios de salud y un sistema educativo nacional de calidad. En algunas ciudades, el movimiento se tornó violento, resultando en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, incendios provocados, actos de vandalismo, saqueos e intentos de asalto a un puesto de gendarmería.