La gestión de Marruecos del tema de los derechos humanos en el Sáhara Occidental sigue siendo objeto de críticas. Así lo demuestra el nuevo informe del secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, presentado al Consejo de Seguridad. El secretario general de la ONU, António Guterres, ha abordado en su último informe sobre el Sáhara la situación de los derechos humanos tanto en la región bajo control marroquí como en los campamentos de Tinduf. Destacó que «el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) no ha recibido autorización» de las autoridades marroquíes «para acceder al territorio desde 2015, a pesar de las repetidas solicitudes y a pesar de que el Consejo de Seguridad, en su última resolución 2756 (2024), instó a intensificar la cooperación con el ACNUDH, especialmente facilitando visitas a la región». Guterres también señaló que «la falta de supervisión independiente, imparcial, completa y sostenida de los derechos humanos sigue dificultando una evaluación exhaustiva de la situación sobre el terreno». Cabe recordar que el año pasado, el Consejo de Seguridad rechazó una propuesta de Argelia para ampliar el mandato de la MINURSO a la supervisión de los derechos humanos. El informe subraya que «durante el periodo analizado (octubre de 2024 al 30 de septiembre de 2025, nota del editor), el ACNUDH continuó recibiendo informes sobre el creciente cierre del espacio cívico y las restricciones a los derechos de los saharauis a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica, en un contexto de vigilancia, acoso e intimidación crecientes». Además, Guterres mencionó con cautela que «las autoridades marroquíes habrían reprimido manifestaciones y reuniones a favor de la autodeterminación». Guterres lamenta la «inseguridad alimentaria» en el Polisario El secretario general recordó que en marzo de 2025, dos relatoras especiales de la ONU enviaron una comunicación a Marruecos, expresando su preocupación por las violaciones que afectan a 79 activistas saharauis. Marruecos negó estas acusaciones, según detalla el informe. Guterres también denunció las «condiciones de encarcelamiento de los detenidos saharauis», resaltando «el aislamiento, la falta de contacto con las familias y el acceso restringido a la atención médica». Afirmó que «el ACNUDH ha recibido información sobre violaciones similares contra otros detenidos saharauis, incluyendo un trato discriminatorio por parte de las autoridades penitenciarias. Al menos una muerte en detención ha sido reportada». El secretario general de la ONU escribió que «tras los fallos del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de octubre de 2024, el ACNUDH recibió información que indica que la población saharaui no obtiene ningún beneficio de la explotación de los recursos naturales del territorio por parte de Marruecos, afirmando que esta explotación es incompatible con el principio de autodeterminación aplicable al pueblo del Sahara Occidental». Por otro lado, en los campamentos de Tinduf, señaló «una persistente precariedad de las condiciones de vida, especialmente la inseguridad alimentaria, y la necesidad de asegurar la protección de los derechos humanos de los refugiados saharauis». Reveló, en el párrafo 74, que «en una nota verbal enviada al ACNUDH el 26 de junio de 2025, Marruecos proporcionó información sobre su cooperación con los mecanismos de derechos humanos, las medidas tomadas para garantizar el disfrute de los derechos civiles y políticos y el desarrollo económico, social y cultural». Concluye esta sección informando que «Marruecos también informó sobre presuntas violaciones de derechos humanos en los campamentos de Tinduf».