Estados Unidos ha presentado al Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución que respalda el plan marroquí de autonomía para el Sahara Occidental, intensificando la presión sobre el Polisario y Argelia para que reanuden las negociaciones. Aunque el texto cuenta con el apoyo de potencias occidentales, Argelia apuesta por un posible veto ruso, a pesar de las recientes tensiones diplomáticas entre Argel y Moscú. Las especulaciones de las últimas semanas se han confirmado. Yabiladi ha accedido a fragmentos del proyecto de resolución sobre la cuestión del Sáhara, presentado por Estados Unidos a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU. La versión inicial del documento, impulsada por la administración Trump, respalda claramente la postura de Marruecos. El texto insta oficialmente al Polisario a reanudar las negociaciones basadas en el plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental. «Una auténtica autonomía bajo la soberanía marroquí es la solución más pertinente», señala el párrafo 4 del documento. El proyecto de resolución «urge a las partes a comprometerse lo antes posible en negociaciones basadas en la propuesta marroquí de autonomía, como el único marco de diálogo para alcanzar una solución aceptada por las partes». En su párrafo 5, el texto celebra el llamado realizado por el enviado personal del secretario general de Naciones Unidas para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, durante su sesión a puerta cerrada el 10 de octubre ante el Consejo de Seguridad. En dicha sesión, instó a Marruecos, Argelia, el Polisario y Mauritania a retomar el proceso de Mesas Redondas antes de finales de 2025. El proyecto de resolución reafirma además que estas discusiones deben llevarse a cabo «sobre la base del plan marroquí de autonomía, con el fin de alcanzar una solución aceptada por las partes antes del final del mandato de la MINURSO», previsto para el 31 de enero de 2026. De hecho, la propuesta estadounidense sugiere extender el mandato de la MINURSO hasta esa fecha. Este calendario busca aumentar la presión de manera inédita sobre Argelia y el Polisario para retomar las negociaciones. Plazo de las negociaciones en 3 meses El texto propuesto por Washington ya está siendo objeto de consultas entre algunos miembros del Consejo de Seguridad, incluidos Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia, que conforman el «Club de Amigos del Sáhara Occidental». España, como antigua potencia colonial de la región, también tiene un asiento en este grupo. Por su parte, Argelia y el Polisario confían en un posible veto de Rusia para contrarrestar los esfuerzos desplegados durante varios meses por Washington, París, Londres y Rabat a favor de una solución a la cuestión del Sáhara basada en la iniciativa de autonomía. Es una apuesta arriesgada, ya que las relaciones entre Argel y Moscú atraviesan un período de tensiones desde hace varios meses, tensiones que se intensificaron esta semana tras las declaraciones del ministro ruso de Asuntos Exteriores sobre «las fronteras artificiales de Argelia». De hecho, las palabras de Serguéi Lavrov provocaron una ola de indignación en Argelia, ampliamente difundida por los medios sin que hubiera declaraciones oficiales para no incomodar a Moscú.