Nuevos documentos desclasificados por la CIA arrojan algo de luz sobre las circunstancias del desarrollo de la Marcha Verde. La entrada de los marroquíes al Sáhara fue el resultado de un acuerdo entre Juan Carlos, entonces príncipe heredero, y el rey Hassan II, asegura la agencia de inteligencia estadounidense. Detalles. En vísperas de que Barack Obama concluyera su mandato, la CIA, bajo orden judicial, desclasificó más de 930,000 documentos confidenciales. Uno de estos documentos ha captado particularmente la atención de los medios españoles, y con razón, ya que aborda las negociaciones entre el entonces príncipe heredero Juan Carlos, jefe interino de las fuerzas armadas y del Estado, y el rey Hassan II sobre el futuro del Sahara Occidental. El 6 de noviembre de 1975, se dio inicio a la Marcha Verde. Un total de 350,000 marroquíes, de los cuales el 10% eran mujeres, se dirigieron hacia el Sahara. Los soldados españoles estacionados en El Aaiún no pudieron impedir el avance de los manifestantes. Dado que la opción de recurrir a la fuerza fue descartada, se abría el camino al diálogo. Un acuerdo entre Marruecos y España Antes de la llegada de los manifestantes, se alcanzó un acuerdo entre Rabat y Madrid. «Los manifestantes solo entrarían unos pocos kilómetros en el Sahara español con la intención de permanecer algún tiempo en las áreas donde no había tropas españolas», reveló Juan Carlos al embajador estadounidense Wells Stabler. Añadió que «una delegación compuesta por unos cincuenta marroquíes tendría el derecho de entrar en El Aaiún», la capital del Sahara Occidental. El documento detalla que las áreas prohibidas para los manifestantes estaban marcadas con el término «campos de minas». El príncipe heredero confió al diplomático estadounidense que los soldados españoles en el Sahara habían recibido la orden de «usar todos los medios a su disposición para evitar que los marroquíes cruzaran estas líneas». Juan Carlos no mencionó la posibilidad de que su ejército, aún presente, recurriera a la fuerza. A finales de octubre de 1975, las tropas españolas se retiraron de las zonas de Mahbes, Jdiriya y Haoussa, ubicadas al oeste de Smara. Comenzó entonces una auténtica carrera entre las Fuerzas Armadas Reales (FAR) y el Polisario, apoyado por Argelia, para controlar los puntos evacuados. En este contexto de pre-guerra, se inscriben las amenazas directas de Hassan II de responder con armas a cualquier agresión contra los participantes marroquíes en la Marcha Verde. Este acuerdo entre Rabat y Madrid se concretaría unos días después con la firma de los Acuerdos de Madrid, el 14 de noviembre de 1975, entre representantes marroquíes, españoles y mauritanos sobre la repartición del Sahara.