Un documento de la CIA fechado el 3 de octubre de 1975 muestra que Hassan II ocultó el proyecto de la Marcha Verde a sus «aliados» estadounidenses. El texto firmado por el director de la CIA advertía más bien de una guerra entre Marruecos y España y sus consecuencias sobre las relaciones de Washington con ambos beligerantes. Detalles. Un documento de la CIA, fechado el 3 de octubre de 1975 y firmado por la agencia de inteligencia estadounidense, ofrece una nueva perspectiva sobre un capítulo crucial de la historia de Marruecos. El texto, publicado por el sitio Gaceta, fue enviado a Henry Kissinger, quien entonces se desempeñaba como secretario de Estado bajo la presidencia de Gerald Ford. Este documento describe la situación en el Sahara apenas dos semanas antes de que el rey Hassan II anunciara la organización de la Marcha Verde. El análisis del cable revela que Hassan II mantuvo en secreto la operación de gran envergadura pero pacífica ante sus aliados en Washington. ¿Fue esta una medida de precaución del difunto monarca, quien podría haber desconfiado de los estadounidenses tras el fallido golpe de Estado del general Oufkir? La pérdida del Sahara podría haber significado la caída del gobierno marroquí En su análisis, William Egan Colby se centró principalmente en los posibles conflictos derivados de los intereses enfrentados entre Marruecos y España, y entre Marruecos y Argelia. «La presencia militar española en el Sahara podría desencadenar un conflicto», alertó Colby a Kissinger, advirtiendo sobre una posible «caída del gobierno en Rabat» si Marruecos no lograba recuperar el Sahara. Colby recordó que Hassan II había reiterado en agosto de 1975 su intención de hacerse con el Sahara español antes de fin de año, incluso por la fuerza si fuera necesario. No obstante, el monarca decidió esperar el fallo de la Corte Internacional de Justicia sobre las reivindicaciones marroquíes y mauritanas antes de tomar una decisión. Para el exdirector de la CIA, que ejerció entre el 4 de septiembre de 1973 y el 30 de enero de 1976, Madrid enfrentaba una situación similar a la de Rabat: la posible pérdida de la provincia podría desencadenar una «crisis política» en España. En su evaluación de la situación en el Sahara en octubre de 1975, Colby sugirió a Kissinger que el rey Hassan II podría cambiar de postura y optar por un conflicto armado con España, confiando en una «mediación internacional favorable» a sus intereses. Según el documento, Rabat había desplegado desde mediados de 1974 más de 55,000 soldados en la región, a pesar de enfrentar «serios problemas», como un «bajo ánimo» entre las tropas. La postura de Estados Unidos y el papel de Argelia En caso de un conflicto armado entre Marruecos y España, Estados Unidos se encontraría en una posición incómoda, afirmó Colby. Explicó que los «acuerdos de defensa y cooperación» firmados el 9 de agosto de 1970 obligaban a Estados Unidos a brindar «apoyo a la acción diplomática» de España, lo cual «contradice las garantías iniciales» de Washington de apoyar las reivindicaciones marroquíes sobre el Sahara. El exdirector de la CIA advirtió a la administración de Ford sobre las posibles consecuencias de incumplir sus compromisos con Hassan II, alertando sobre un posible deterioro en las relaciones entre ambos aliados. El documento también señala el papel de Argelia, que podría brindar apoyo material y humano al Polisario, un factor que podría inflamar la situación, según Colby. Las previsiones de un conflicto armado entre Rabat y Madrid no se materializaron. Sin embargo, el apoyo argelino al Frente Polisario se concretó y persiste hasta hoy.